El policía británico que resultó contaminado por un agente neurotóxico en el atentado contra un exespía ruso y su hija en Salisbury (suroeste de Inglaterra) fue dado de alta este jueves, anunció el hospital.

“Me complace decir que la condición del sargento Nick Bailey mejoró y fue dado de alta del hospital”, dijo a la prensa una representante del centro sanitario de la ciudad donde se cometió el atentado el 4 de marzo, aclarando que los dos blancos del mismo, Serguéi Skripal y su hija Yulia, siguen en “condición crítica pero estable”.

Un representante de la policía leyó un comunicado del agente en el que agradeció las muestras de apoyo recibidas.

“A medida que empecé a sentirme mejor, cobré conciencia de la amplia y enorme atención que ha despertado este incidente”
, escribió Bailey.

“Soy una persona normal con una vida normal, y no quiero que mi mujer, hijos o yo seamos parte de esta atención”, pidió.

“Quiero que la gente se concentre en la investigación, no en el agente de policía que se vio atrapado” en el caso, afirmó.

En cuanto a Skripal y su hija, la justicia británica autorizó este jueves la extracción de su sangre para que la analicen los expertos en armas químicas.

Una corte de Londres tuvo que dar su permiso para las muestras destinadas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) porque la gravedad de su estado les impide dar su consentimiento.

Padre e hija carecen “de la capacidad para tomar una decisión sobre proporcionar muestras de sangre, que se sometan a pruebas y que se revelen las notas médicas”, explica el juez de la Corte de Protección en su auto.

Skripal, un excoronel ruso que vendió secretos al Reino Unido, y su hija fueron hallados inconscientes en un banco en las calles de Salisbury hace casi tres semanas tras ser atacados con un agente neurotóxico militar ruso, según Londres.

El gobierno británico señaló al régimen ruso por el atentado, pero Moscú niega cualquier implicación.

El auto del juez da pistas de la gravedad del estado del exmilitar de 66 años y su hija de 33, al afirmar que “las pruebas médicas señalan que su capacidad mental está en riesgo”.

“No es inoncebible que su estado se deteriore rápidamente”
, añadió el magistrado.