Una joven de 20 años que había sido acusada de estrangular a su hermano pequeño de 4 años fue absuelta el jueves por la noche por un tribunal de Bruselas, tal y como pedía la fiscalía.

“El deceso de la víctima no puede relacionarse con certeza con la intervención de un tercero”, falló el tribunal en su veredicto, del que informó la agencia Belga.

La acusada, que pasó 14 meses en detención preventiva, siempre había defendido su inocencia.

La muerte del niño ocurrió en el domicilio familiar, en la comuna de Berchem-Sainte-Agathe, en la región de Bruselas, el 1 de julio de 2015, cuando su hermana mayor -que tenía 17 años en aquel momento- estaba a solas con él, encargada de cuidarlo.

El deceso se consideró sospechoso porque el cuerpo presentaba lesiones que sugerían un posible estrangulamiento.

Pero, durante la investigación, tres diagnósticos de médicos forenses arrojaron conclusiones diferentes. Uno de ellos apuntaba a una crisis de epilepsia.

Durante el proceso, que empezó el lunes, un pediatra explicó al tribunal que el rastro del estrangulamiento observado en el cuello del niño podía haber sido causado por una mascarilla respiratoria, atada a la cara con una goma en torno al cuello.

La causa de la muerte “no puede determinarse”, consideró el tribunal, y la acusada fue absuelta.