El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, rechazó que los europeos quieran levantar un “muro” con Reino Unido, al presentar las orientaciones de la Unión Europea (UE) para la futura relación con los británicos tras el Brexit.

“Mi propuesta muestra que no queremos construir un muro entre la UE y Reino Unido. Al contrario, Reino Unido será nuestro vecino más cercano y queremos continuar siendo amigos y socios”, dijo Tusk en rueda de prensa en Luxemburgo, al reunirse con el primer ministro del Gran Ducado, Xavier Bettel.

Sobre la futura relación, la cuestión comercial es clave. La primera ministra británica, Theresa May, ya anunció que su país abandonará el mercado único y la unión aduanera, y rechaza además permanecer bajo la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).

Al recordar estas “líneas rojas” de Londres, Tusk indicó que “sólo un acuerdo de libre comercio es posible”, “el primer acuerdo de libre de comercio de la historia que afloja los lazos económicos en lugar de apretarlos”.

La UE buscará un acuerdo comercial basado en un “equilibrio de derechos y obligaciones”, indicó Tusk, para quien la futura relación también deberá pasar por una estrecha cooperación en la lucha contra el terrorismo y el crimen internacional al hacer frente “a amenazas similares”.

Y abrió la puerta que los británicos continúen participando en programas europeos en el ámbito de la investigación, innovación, educación y cultura.

En el borrador de orientaciones sobre la futura relación, que pudo consultar la AFP, los europeos reconocen no obstante que las relaciones comerciales a ambos lados del canal de la Mancha tras el Brexit contarán “inevitablemente” con “fricciones”.

Los mandatarios europeos deben adoptar en un cumbre el 22 y 23 de marzo en Bruselas la propuesta sobre la futura relación desvelada por Tusk, que se convertirá a continuación en las directrices para el negociador europeo.

Esta negociación se plasmará en una ‘declaración política’ que acompañará el tratado de divorcio también en negociación con Reino Unido y un eventual acuerdo de transición a partir de la marcha de los británicos, prevista para el 29 de marzo de 2019.