Los conservadores y los socialdemócratas alemanes se mostraron el lunes confiados de hallar un acuerdo para formar un gobierno de coalición más de cuatro meses después de las legislativas en Alemania.

Las negociaciones del fin de semana no terminaron en un acuerdo entre el campo conservador CDU/CSU de la canciller Angela Merkel y los izquierdistas del SPD, pero todos se mostraron optimistas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo para continuar con la coalición saliente.

“Llegamos a un punto en el que podemos alcanzar un buen resultado”, estimó en declaraciones al canal ARD Armin Laschet, alto responsable del CDU.

Dos importantes temas para el SPD siguen planteando un problema: la reforma del sistema de seguro de salud estatal y la reglamentación de los contratos de trabajo temporales.

“Son los últimos puntos aún en suspenso, confío en que hallemos una solución mañana” lunes, estimó el domingo por la noche Heiko Maas, socialdemócrata y ministro de Justicia saliente.

Los conservadores de Merkel y el SPD de Martin Schulz prevían reunirse nuevamente por la mañana para una nueva ronda de negociaciones, más de cuatro meses después de las legislativas de septiembre que no arrojaron una clara mayoría.

Ambas formaciones esperaban alcanzar un acuerdo el domingo. Apuestan ahora por sellar la coalición el lunes y se dieron como último plazo el martes.

Línea de llegada

La ministra de Familia, la socialdemócrata Katarina Barley, advirtió no obstante en declaraciones a la radio pública: “hasta que no crucemos la línea de llegada, el acuerdo no estará sellado”.

Aunque las cúpulas de los partidos lleguen a un acudero habrá que esperar el voto postal de los 440.000 afiliados al SPD que durará varias semanas entre febrero y marzo.

Pero el SPD, que obtuvo malos resultados en las legislativas (20,5%) y sigue cayendo en los sondeos, está muy dividido. Muchos de sus miembros le reprochan a Schulz que incumpliera sus promesas de orientar el partido hacia la izquierda y de no negociar con Merkel.

Varios socialdemócratas consideran un acuerdo con Merkel como una sentencia de muerte. Los últimos dos gobiernos de coalición (2005-2009 y 2013-2017) llevó al SPD a derrotas electorales.

Riesgo de la extrema derecha

Para intentar convencer, Schulz previó “reevaluar” a mitad de mandato la coalición, una manera de poner a Merkel contra la pared antes de comenzar su gobierno y un gesto al ala izquierda de los socialdemócratas.

Si fracasan las negociaciones, Merkel deberá decidir entre iniciar su cuarto mandato de canciller al frente de un inestable gobierno minoritario o aceptar la convocatoria de nuevas elecciones, dos escenarios que serían inéditos en Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que causó sorpresa en septiembre al ingresar al Bundestag con casi 13% de los votos, podría sacar provecho de nuevos comicios.

El partido ultraderechista supo aprovechar la preocupación generada por la acogida de más de medio millón de refugiados desde 2015 en Alemania.

El contexto político actual refleja el repentino desgaste político de Merkel tras 12 años al frente del país.