El líder independentista Carles Puigdemont está reunido con el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, en Bruselas, un encuentro cuya celebración Madrid impidió que tuviera lugar en la representación catalana.

“Se han dado instrucciones a la delegada de la Generalitat de Cataluña en Bruselas para que no permita que se celebre la reunión en los locales de la delegación de Cataluña en Bruselas”, indicó una fuente diplomática en Madrid

La reunión entre Torrent y Puigdemont, que quiere ser investido de nuevo presidente del gobierno catalán, comenzó finalmente en otro emplazamiento de la capital belga, constató la AFP.

Desde que Cataluña fue puesta bajo tutela del gobierno central a fines de octubre tras una declaración unilateral de independencia, los locales de la representación catalana en Bruselas dependen directamente del ejecutivo central de Mariano Rajoy.

“No hay motivos para impedir la celebración de esta reunión (…) y nosotros nos reservamos estudiar las implicaciones legales que pueda tener esta situación”, declaró Joan María Piqué, portavoz de la formación conservadora de Puigdemont.

Cuenta atrás para investidura

La reunión llega cuando el jefe de la cámara está intentando organizar la sesión de investidura del presidente regional para finales de mes, en la que Puigdemont, acusado por la justicia española de rebelión, sedición y malversación, es el único candidato.

Torrent, presidente independentista del hemiciclo catalán, también mantendrá una reunión con los otros cuatro diputados separatistas, ex ministros de su gobierno cesado por Madrid tras la tentativa frustrada de secesión a fines de octubre.

El problema es que si se queda en Bélgica, Puigdemont tendría que ser investido a distancia, lo que los servicios jurídicos del Parlamento catalán consideran ilegal, al igual que la oposición. Madrid ya ha anunciado que impugnará una eventual investidura a distancia.

Además de Puigdemont, hay otros siete diputados sin plena capacidad de ejercer: cuatro de ellos en Bruselas y con una orden de detención en España y otros tres en prisión preventiva en cárceles madrileñas.

Con los escaños de su grupo Juntos por Cataluña (centroderecha) y del otro gran partido independentista Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) dispone de 66 apoyos sobre los 135 de la cámara regional, dos por debajo de la mayoría absoluta.

En este contexto, cobra fuerza su eventual regreso a España, cuyo gobierno ya advirtió que no escatimará medios para impedir su entrada en el parlamento, incluso si lo intenta “en el maletero de un coche”, en palabras del ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido.

Si regresa a España, se arriesga a ser detenido, al igual que los demás diputados instalados como él en Bruselas e igualmente acusados de rebelión, sedición y malversación por su papel en la tentativa secesionista.

Desde Dinamarca, donde viajó lunes y martes, el líder independentista catalán pidió poder volver a España para someterse al debate de investidura como presidente regional “sin ningún riesgo”.