Los partidos independentistas consiguieron este miércoles la presidencia del parlamento catalán en la sesión constitutiva de la cámara que en los próximos días debe elegir al presidente regional, puesto al que aspira Carles Puigdemont a pesar de estar en Bélgica.

El diputado Roger Torrent del partido Esquerra Republicana de Cataluya (ERC) obtuvo 65 votos contra 56 para el candidato antiindependentista en un parlamento con ocho escaños vacíos correspondientes a diputados independentistas encarcelados o en Bélgica.

Alrededor de las 11:00 locales (07:00 de Chile) se inició el pleno de constitución de la cámara, que no se reunía desde el 27 de octubre, cuando los separatistas proclamaron una república independiente que después no pudieron implementar ante la suspensión de la autonomía regional por parte del gobierno español de Mariano Rajoy.

Además de Puigdemont, otros siete diputados independentistas están ausentes de la sesión, tres encarcelados y cuatro en Bélgica. En sus escaños se colocaron grandes lazos amarillos, el símbolo de los independentistas para reclamar que se detenga la persecución contra sus líderes.

“Debería decir buenos días al presidente de la Generalitat (ejecutivo catalán) y a los miembros del gobierno pero ya ven que no están aquí”, dijo el independentista Ernest Maragall que dirigía la sesión inaugural al ser el diputado de más edad.

Aunque su plan fracasó y provocó gran inestabilidad política y económica, los independentistas consiguieron de nuevo la confianza de 47,5% de los ciudadanos y 70 escaños de 135.

Esto les permitiría escoger un presidente de los suyos y acabar con el control de la región por parte del gobierno de Rajoy, que suspendió de facto su autonomía el 27 de octubre, horas después de declararse la secesión.

Su candidato es Carles Puigdemont, el presidente regional cesado ese día por Madrid e instalado desde entonces en Bélgica, esquivando una causa judicial en España por rebelión y sedición.

El martes, su grupo parlamentario Junts per Catalunya (centroderecha) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), las dos principales listas independentistas con 34 y 32 diputados, anunciaron un acuerdo para proponerlo como candidato.

Con los cuatro diputados de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) de extrema izquierda independentista debería bastarles para formar gobierno.

Controversia sobre la investidura

Rajoy ya ha advertido que no permitirá que Puigdemont presida desde el extranjero esta región de 7,5 millones de habitantes y con una quinta parte de la riqueza española.

Tampoco la oposición en Cataluña lo ve posible.

“Olvídese de ser presidente (…) está huido de la justicia”, le dijo Inés Arrimadas, líder del partido antinacionalista de centro Ciudadanos, que ganó las elecciones de diciembre pero no dispone de apoyos suficientes para formar gobierno.

Pero desde Junts per Catalunya, insisten en que “no hay plan B” a la investidura de su líder, aunque eso lleve a un bloqueo político y al mantenimiento de la intervención de Madrid sobre Cataluña.

Puigdemont “parece cada vez más atrapado en una resistencia solitaria mientras el mundo va por otro lado”
, asegura el filólogo y columnista Jordi Amat, autor de varios libros sobre el proceso independentista catalán.

“No hay nada que haga pensar que no seguiremos enquistados en una situación de conflicto institucional”, añade.

Según el ministro de Economía, Luis de Guindos, esta crisis política ya ha costado mil millones de euros al crecimiento de esta región, que supone el 19% del PIB nacional.