La colisión entre un autocar escolar y un tren el jueves en el sureste de Francia causó cuatro muertos, informaron el viernes las autoridades francesas, revisando a la baja un balance anterior de seis víctimas mortales.

Una fuente cercana a la investigación había indicado por la mañana que dos niñas habían sucumbido a las heridas. “Balance agravado: dos muertes adicionales anunciadas por los centros de salud”, había confirmado la prefectura de esta región, antes de volver a la anterior cifra, de cuatro muertos, precisando que “el balance no está fijado por el momento a seis personas”.

El bus, que transportaba a una veintena de adolescentes de entre 13 y 17 años del centro de secundaria Christian-Bourquin de Millas, cerca de la frontera con España, quedó literalmente partido en dos.

La identificación de las víctimas ha terminado, anunciaron las autoridades francesas, que asegura que la violencia de la colisión fue tal que dejó “auténticas escenas de guerra”.

Se ha abierto una investigación por “homicidios y lesiones involuntarias” y varios magistrados se han desplazado al lugar del drama.

El viernes por la mañana el centro educativo reabrió sus puertas para permitir a los alumnos comenzar el duelo con la ayuda de médicos y psicólogos puestos a su disposición.