La primera ministra británica, Theresa May, viajó este lunes a Bruselas para reunirse con la presidencia de la Unión Europea y acordar las relaciones futuras entre Gran Bretaña y la Unión Europea (UE).

May, quien ha ratificado el compromiso de salida de Reino Unido tras el referéndum de junio de 2016, negocia las condiciones del vínculo entre Londres y el bloque comunitario a partir de enero, cuando comienza la segunda y más delicada fase del Brexit (como se le conoce al proceso).

Tras la permanencia de más de 30 años en la UE, sectores de la sociedad británica exigieron una consulta popular para evaluar la pertenencia. La votación se celebró el 23 de junio de 2016 y se definió con un estrecho márgen. El 51,9 % de los votantes manifestó su voluntad de abandonar el ente supranacional, contra el 48,1 % partidario de permanecer. Desde entonces, el Ejecutivo británico negocia con Bruselas el pacto de salida.

El bloque exigía a Londres una indemnización de 60 mil millones de euros para desvincularse, pero el gobierno de May solo ofrecía un cheque por un tercio de ese monto. Sin embargo, en las últimas horas trascendió la contrapropuesta de May, quien accedió a negociar una cifra en el rango de entre 45 mil y 55 mil millones de euros.

“Animado tras mi conversación telefónica con el primer ministro Leo Varadkar sobre los avances en la cuestión de Irlanda en el Brexit. Nos acercamos a progresos suficientes en la cumbre de diciembre”, escribió en Twitter Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo y pieza clave en la negociación.

Leo Varadkar es el primer ministro de la República de Irlanda, país miembro que obstaculizaba las propuestas del Brexit por entorpecer el flujo fronterizo con Irlanda del Norte (bajo jurisdicción de Londres).