Durante la jornada de este miércoles, un Tribunal turco condenó a cadena perpetua a 28 militares reconocidos culpables de haber tratado de tomar el control de un aeropuerto de Estambul durante la tentativa de golpe de Estado del 15 de julio de 2016.

Según la agencia de prensa Dogan, los militares, entre los cuales figuran ocho oficiales, fueron reconocidos culpables de haber tratado de “violar el orden constitucional”.

Eran acusados de haber tratado, en la noche del 15 al 16 de julio, de apoderarse con la fuerza de las armas del aeropuerto internacional Sabiha Gökçen, situado en la ribera asiática de Estambul.

Tras el fracaso del golpe, las autoridades turcas lanzaron una respuesta implacable, persiguiendo a los presuntos partidarios del predicador Fethullah Gülen, considerado por el gobierno turco como el cerebro del golpe.

Gülen, quien reside en Estados Unidos, niega cualquier participación en el acto.

En esa línea, purgas de una magnitud sin precedentes fueron lanzadas para “limpiar” las instituciones que, según el Gobierno turco, fueron infiltradas por partidarios de Gülen.