Cuatro presuntos miembros de ETA son juzgados en apelación a partir de este lunes en París, por un robo y la muerte de un policía francés en 2010, última víctima de la organización armada independentista vasca.

En primera instancia, fueron seis los acusados en el banquillo, entre ellos Mikel Carrera Sarobe, alias “Ata”, uno de los últimos grandes jefes del grupo antes del fin de la lucha armada en octubre de 2011.

El exnúmero 1 del aparato militar de ETA, cuyo ADN se encontró en el lugar del crimen, fue condenado a cadena perpetua en diciembre de 2015. Finalmente renunció a recurrir, al igual que otro acusado, condenado a 16 años de cárcel.

Ahora, durante cuatro semanas se volverá a juzgar a tres hombres y una mujer ante un tribunal de apelación compuesto exclusivamente de jueces, sin jurado popular, como en todos los procesos por crímenes terroristas en Francia.

Posibles condenas

Condenados a penas de entre 14 y 25 años de cárcel en primera instancia, los cuatro están acusados de pertenecer a un comando armado que el 16 de marzo de 2010 cometió un robo en un concesionario de coches cerca de París.

Durante el primer juicio en 2015, los acusados se habían acogido a su derecho de mantenerse en silencio y solo tomaron la palabra para hacer breves declaraciones políticas.