Irlanda prohibirá el uso de animales salvajes en los espectáculos circenses a partir del 1 de enero de 2018, una decisión acogida con entusiasmo por oenegés de defensa de los derechos de los animales.

El ministro irlandés de Agricultura, Michael Creed, firmó el jueves un texto, consultado por la AFP, que prohíbe recurrir a los animales “que normalmente no son domésticos en el país”, reforzando la legislación sobre la salud y el bienestar animal de 2013.

La ley instauraba cinco grandes principios, incluyendo el derecho de los animales a no resultar heridos o a no enfermarse, y a no ser sometidos ni al miedo ni al estrés.

“Es una decisión progresista, que muestra nuestro compromiso con el bienestar animal”, comentó el ministro en un comunicado, considerando que “se trata de una opinión compartida por el público en general que estoy feliz de apoyar”.

Cualquier infracción a esta nueva disposición podrá ser castigada con una pena de hasta 250.000 euros de multa y 5 años de prisión.

En el comunicado, el ministro recordó que cada son más las autoridades locales que rechazan la celebración de ese tipo de espectáculos en áreas públicas.

Además, precisó que el Ministerio de Agricultura es consciente del impacto que esta decisión tendrá en la industria del circo, pero subrayó que “las disposiciones modernas a favor de los animales harán que el público se sienta cada vez más cómodo con los espectáculos circenses”, mientras que el número de compañías itinerantes que recurren a animales salvajes cayó fuertemente en la última década.

La decisión fue aplaudida por la Sociedad Irlandesa de Prevención de la Crueldad contra los Animales (Ispca), que había dirigido una campaña contra el empleo de animales salvajes. Una petición lanzada en febrero de 2016 recabó cerca de 28.000 firmas.

Por su parte, la oenegé Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) se congratuló también por la medida y afirmó en un comunicado que “el Gobierno irlandés lo ha entendido: las costumbres han cambiado y el público entiende que es inmoral encerrar y explotar a esos individuos sensibles e inteligentes”.

Así, Irlanda se suma a los 41 países que ya han prohibido el uso de animales salvajes en los circos, incluyendo a Austria, Holanda y Bélgica.