Una jueza de la Audiencia Nacional española decretó prisión preventiva para los líderes de dos influyentes asociaciones independentistas catalanas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, imputados por el delito de sedición, según el auto judicial.

La jueza Carmen Lamela decidió la “prisión comunicada y sin fianza de Jordi Sánchez Picanyol y Jordi Cuixart Navarro”, indicó el auto del alto tribunal en Madrid.

La decisión tiene que ver con hechos ocurridos el 20 de septiembre en Barcelona, cuando cientos de manifestantes se concentraron ante un edificio del Gobierno catalán en el que la policía española efectuaba registros, dañando sus vehículos y dificultando su salida.

Según el auto, Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), y Cuixart, de Òmnium Cultural, fueron los “principales promotores y directores” de esa manifestación, y existía peligro de que pudieran “ocultar, alterar o destruir fuentes de prueba”.

Ambos líderes habían acudido a declara este lunes ante el alto tribunal en Madrid por segunda vez, al igual que el jefe de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, y la intendente del cuerpo, Teresa Laplana, también encausados por presunta sedición, pero que quedaron en libertad provisional.

El delito de sedición puede ser castigado con hasta 10 años de prisión en el caso de ciudadanos ordinarios, y de 15 años si se trata de autoridades.

Sánchez y Cuixart se subieron esa noche sobre un vehículo de la Guardia Civil española y llamaron a “la movilización permanente”.

“Que nadie se vaya a casa, será una noche larga e intensa”, clamó Sánchez, según el auto.

Tanto la ANC como Òmnium rechazaron la decisión y anunciaron movilizaciones de protesta.

“La privación de libertad de los presidentes de Òmnium y la Asamblea es intolerable en una sociedad democrática. La movilización continúa, no podrán encarcelar a todo un pueblo”, escribió Òminum en Twitter.

De su lado, la ANC convocó una cacerolada para la noche del lunes y un “paro de protesta” el martes a las 12:00 locales y concentraciones silenciosas a las 19:00 ante las delegaciones del Gobierno central en Barcelona y otras ciudades de Cataluña.

España se encuentra sumida en su peor crisis política en 40 años, en medio de la apuesta independentista de las autoridades de Cataluña, una región de 7,5 millones de habitantes al noreste del país, que es rechazada de plano por el Gobierno central, que podría suspender su autonomía.