La situación en Cataluña tendrá repercusiones en el congreso del Partido Nacional Escocés (SNP), cuya dirección tendrá que aportar respuestas a las aspiraciones independentistas de sus miembros.

La cuestión de la independencia no figura en el orden del día del congreso del partido gobernante de Escocia, que empieza este domingo en Glasgow, puesto que la jefa de la formación, la primera ministra escocesa Nicola Sturgeon, había aparcado el tema hasta que las negociaciones sobre el Brexit avancen.

Sin embargo, podría presentarse una moción con carácter de urgencia sobre Cataluña, mientras que los separatistas catalanes se plantean declarar la independencia unilateral de su región en los próximos días.

“Habrá una moción urgente sobre los acontecimientos en Cataluña, lo que dará lugar a mencionar la independencia escocesa”, afirmó a la AFP una fuente próxima al congreso.

Ian Blackford, el líder del SNP en el Parlamento de Westminster, no cede un ápice. “El SNP es el partido de la independencia”, afirmó a la AFP. “Hay que mostrarle al pueblo escocés que debe confiar y embarcarse con nosotros en esta aventura”.

Jim Sillars, exnúmero dos del SNP, subrayó que es “un grave error para el partido, cuya razón de ser es la independencia, excluir ese tema del orden del día”.

Y Kenny MacAskill, abogado del partido en otro tiempo, consideró en el diario Herald que el silencio de las formaciones políticas británicas tras la represión del referéndum en Cataluña por parte de la policía española “justifica todavía más las aspiraciones independentistas de Escocia”.

Nicola Sturgeon sí que expresó su preocupación respecto a la situación en Cataluña. El domingo, en la BBC, llamó a las partes al “diálogo” pero también pidió que se “reconozca” la “fuerza del sentimiento [independentista] en Cataluña”.

Pero la dirección del SNP no parece muy dispuesta a apoyar una declaración de independencia juzgada inconstitucional por el Gobierno español y la justicia de ese país.

Avanzar con prudencia

El referéndum de independencia escocés, organizado en 2014, resultó un fracaso para los nacionalistas, con el no ganando con el 55% de los votos.

Sin embargo, Nicola Sturgeon planteó la posibilidad de una nueva consulta después de que los británicos votaran a favor del Brexit en un referéndum en el que el 62% de los escoceses mostró su preferencia por seguir en el seno de la Unión Europea.

Pero sus planes quedaron en nada tras el claro retroceso de su partido en las legislativas anticipadas convocadas por la primera ministra británica, Theresa May, en junio, en el que el SNP perdió más de un tercio de sus diputados, 12 de los cuales, en beneficio de los conservadores.

“Después de las legislativas, el partido tuvo que reflexionar un poco sobre su posición”, destacó Ian Blackford.

Aún así, la posibilidad de enterrar el proyecto ni se contempla. “Tengo un mandato […] para darle a elegir a la gente sobre nuestro futuro”, declaró Sturgeon en ITV, subrayando que el tema de la independencia dependerá estrechamente del rumbo que tome el Brexit.

En el Parlamento escocés, una mayoría de diputados apoya la independencia pero esta proporción podría cambiar en las próximas elecciones parlamentarias escocesas, en 2021.

“Pese a las demandas de la oposición, el SNP no va a dejar caer el debate sobre la independencia”, explicó a la AFP Kirsty Hughes, directora del centro escocés de Relaciones Europeas, un gabinete de reflexión con sede en Edimburgo.

Hughes piensa que es “posible” que se celebre un nuevo referéndum entre el intervalo que irá desde la salida de Reino Unido de la Unión Europea -en marzo de 2019- y el fin del eventual periodo de transición reclamado por Theresa May, en marzo de 2021.

El SNP acusa al Gobierno británico de querer “acaparar el poder”, principalmente en lo tocante a políticas de pesca y agricultura, actualmente definidas por Bruselas pero de las que se encargará plenamente Londres después del Brexit.

Los independentistas avanzan con prudencia. “Si organizas un segundo referéndum de independencia, no puedes permitirte el lujo de perderlo, si no, el debate quedará cerrado definitivamente”, señaló Kirsty Hughes.

“Habrá que sopesar el apoyo a la independencia en 2019 y 2020, el resultado de las elecciones de las próximas elecciones, en 2021, y cuál es el apoyo al Brexit” en ese momento, agregó.