Un incendio se desató en un gran depósito de municiones en el centro-oeste de Ucrania, lo que obligó a cerrar el espacio aéreo en un radio de 50 kilómetros y evacuar a al menos 30 mil personas.

El fuego se inició a las 22:00 horas locales cerca de la localidad de Kalynivka, indicó el Estado mayor del Ejército de Ucrania en su página de Facebook.

Se trató del segundo incidente grave que afectó a un depósito de municiones desde principios de año en Ucrania. Las autoridades no emitieron de momento ninguna hipótesis sobre las causas.

El incendio provocó las explosiones de los proyectiles de artillería almacenados en el lugar, indicó por su parte el portavoz de la policía Iaroslav Trakalo, citado por el sitio de informaciones Ukraïnska Pravda.

La administración regional anunció por su parte en un comunicado la evacuación de Kalynivka y de dos pueblos vecinos, llamando a la población a no caer en pánico. En total, al menos 30 mil personas debieron abandonar sus hogares y lugares de trabajo.

“El espacio aéreo fue cerrado en un radio de 50 km alrededor del lugar del incendio”, indicó en su página Facebook Iuri Lavreniuk, adjunto del ministro ucraciano de Infraestructuras.

El depósito afectado es uno de los más importantes del país, según medios ucranianos.

Otros incendios

En marzo pasado, un gigantesco incendio de un depósito con 138.000 toneladas de armas y municiones en Balaklija, en la región de Kharkiv cerca del este de Ucrania, también había provocado explosiones en serie durante varios días, con un saldo de un muerto y cinco heridos.

La fiscalía militar había abierto una investigación por “sabotaje” y “negligencia”. El ministro de Defensa, Stepan Poltorak, había señalado a Moscú y a los separatistas prorrusos como los autores de aquel “sabotaje”.

En octubre de 2015, dos personas murieron como consecuencia de una serie de explosiones en un depósito de municiones de Svatové, pequeña localidad cercana a la línea de frente.

Ucrania es escenario de un conflicto armado con los rebeldes prorrusos que causó más de 10.000 muertos desde su inicio en abril de 2014. Kiev y Occidente acusan a Rusia de respaldar militarmente a los rebeldes, lo cual Moscú desmiente tajantemente a pesar de las numerosas pruebas de lo contrario.