El gobierno catalán reconoció este jueves que la organización del referéndum de independencia del 1 de octubre se ha visto alterada con la detención de 14 personas este miércoles, entre ellas varios altos funcionarios.

“Es evidente que se han alterado las condiciones del juego, eso seguro”, afirmó el vicepresidente del gobierno regional, Oriol Junqueras, a la televisión pública catalana, TV3.

La Guardia Civil española detuvo el miércoles a 14 personas relacionadas con la organización de la consulta soberanista, que ha sido declarada ilegal por la justicia española y suspendida cautelarmente por el Tribunal Constitucional.

Entre los detenidos hay cinco funcionarios del ministerio regional de Economía, que dirige el independentista Junqueras. Entre ellos se encuentran el número dos del vicepresidente catalán, Josep Maria Jové, y el secretario de Hacienda, Lluis Salvadó.

Pasaron la noche detenidos en una comandancia de la Guardia Civil en el centro de Barcelona, según una portavoz de la consejería de Economía.

Por todo ello, Junqueras señaló que “las circunstancias hoy son diferentes, porque buena parte de nuestro equipo, la mitad del equipo de Economía en este momento está detenida”.

“Que el referéndum no se puede celebrar en las circunstancias que querríamos es evidente, porque a todos nos gustaría que los ciudadanos de este país pudiesen circular por las calles sin que los detengan”, manifestó.

Junqueras estimó que con estas detenciones, unidas al decomiso esta semana de millones de papeletas destinadas al referéndum, “es evidente que no estamos pudiendo votar como siempre”.

No obstante, se mostró “convencido de que la mayoría de ciudadanos de este país quieren votar y están comprometidos con este referéndum”.

El vicepresidente catalán insistió en la necesidad de trabajar “con voluntad de normalidad”, y prometió seguir adelante “para hacer posible el 1 de octubre en las mejores condiciones”.

La Guardia Civil efectuó registros este miércoles en la consejería catalana de Economía, a lo que los independentistas respondieron con una manifestación que llegó a reunir a miles de personas en el centro de Barcelona.

Los partidarios del referéndum prevén seguir con las protestas y han prometido una “movilización permanente”.