Minutos antes de las 20:00 horas locales, los mossos, policía catalana que resguarda la seguridad pública de Barcelona, llevaron adelante un operativo antiterrorista.

Los uniformados pidieron la evacuación de la emblemática iglesia la Sagrada Familia y del metro del lugar, acordonando la zona y evacuando a comerciantes y peatones.

Lo anterior, debido a una furgoneta sospechosa aparcada en la calle Provença, cuyo contenido ya fue revisado por la unidad especial Tedax, descartándose la presencia de contenido peligroso y catalogando el hecho como falsa alarma.

Gran parte de la población se encuentra concentrada en el estadio Camp Nou y sus alrededores, debido al partido que se juega entre el Barcelona y la Juventus por la Liga de Campeones de Europa.

Las autoridades del Gobierno catalán indicaron que se mantiene la alerta grado 4 por un eventual ataque. Del mismo modo de informan férreos controles en carreteras y salidas de la ciudad.

Según lo informado por El País, el origen del operativo “ha sido un aviso emitido por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) este mismo martes (…) ha recibido un aviso de “baja credibilidad” procedente de un servicio de inteligencia extranjero”.

Esta alerta, conforme el mismo diario, advertía la posibilidad de atentados terroristas en el plazo de 48 horas en España y Francia.