Juana Rivas, una madre española víctima de maltrato por parte de su expareja italiano, aceptó este lunes entregarle los dos hijos de ambos, poniendo fin a una disputa que apasionó a España, donde la lucha contra la violencia machista es causa nacional.

“Se les ha entregado a la Guardia Civil”, indicó a la Agence France-Presse una portavoz de la prefectura de Granada (sur), en referencia a los dos niños, de 3 y 11 años.

Rivas se fue de Italia con ellos en 2016 supuestamente para pasar vacaciones en España, pero no volvió. Desde entonces, se negaba a que los hijos vieran a su expareja, quien la denunció ante la justicia italiana por sustracción de menores.

En julio, desapareció con los niños para evitar cumplir con una orden de la justicia española de entregarlos a su padre. Finalmente, la mujer se entregó sin los niños el 22 de agosto en un tribunal, que la dejó en libertad provisional mientras estudiaba su caso.

El padre, el italiano Francesco Arcuri, debe recuperar este lunes a los niños, según la prensa española. Tiene derecho a llevarlos consigo a Italia.

Rivas, originaria de Maracena, provincia de Granada, acusa a su expareja de violencia intrafamiliar, y por ello dice que no quiere dejar a sus hijos con un padre que según ella es violento.

Su expareja residente en Cerdeña, fue condenado en 2009 por malos tratos contra Rivas.

El caso ha sido tan sonado en España que los medios suelen publicar en primera plana cualquier nuevo detalle, mientras una campaña de apoyo lanzada a comienzos de año en change.org ha obtenido hasta ahora más de 213.000 firmas.

“Yo lo que quiero es volver a abrazar a mis hijos, no los he visto desde el año pasado”, dijo Arcuri en julio a la agencia italiana Ansa.

El drama de Juana Rivas provocó un debate apasionado en España, donde la lucha contra la violencia machista es una prioridad del gobierno.

En las redes sociales, mientras unos apoyaban a Rivas, otros la criticaban por no cumplir con la ley que le exigía devolver a los niños.