La policía española continúa la búsqueda este viernes del conductor que arrolló a una multitud el jueves en una turística avenida de Barcelona, unos horas antes de un segundo atentado en la costa catalana, que dejaron conjuntamente 14 muertos y más de 100 heridos de 34 nacionalidades.

Tras el segundo ataque, cinco “presuntos terroristas” fueron abatidos por las fuerzas de seguridad en la localidad costera de Cambrils, a 120 km al sur de Barcelona.

Cuatro sospechosos fueron detenidos en otras dos localidades en Cataluña, en el noreste de España.

La policía autónoma catalana, que acaba de informar de una cuarta detención en Ripoll, a un centenar de kilómetros al norte de Barcelona, no ha revelado por el momento si se trata del conductor responsable de la matanza en las Ramblas de Barcelona.

La policía cree que este ataque y el que se produjo en la madrugada en Cambrils, que dejó un muerto, estaban vinculados.

“Célula” organizada


Ambos atentados siguieron el mismo modus operandi
, con conductores que arrollaron deliberadamente a los peatones con sus vehículos, en el último ataque de este tipo en Europa.

Javier Zaragoza, coordinador de asuntos de terrorismo en la fiscalía general del Estado, dijo a la AFP que los ataques se parecían más al trabajo de una “célula” organizada.

Además, la policía anunció que una explosión en una casa en otra localidad de Cataluña en la madrugada del jueves estaba probablemente vinculada con los atentados, y cree que los inquilinos “preparaban un artefacto explosivo”.

Mientras los líderes mundiales se unieron para condenar la violencia, el grupo yihadista Estado Islámico confirmó a través de su órgano de propaganda Amaq que uno de sus “soldados” llevó a cabo el ataque en Barcelona.