Nueve personas estaban desaparecidas este viernes tras la inundación de una mina de diamantes en Siberia, en la que se encontraban al menos 142 trabajadores, indicó el grupo Alrosa en un comunicado.

El accidente se produjo hacia las 16:30 horas locales en la mina subterránea Mir, situada en un yacimiento explotado desde 1958 en la República de Sajá, a unos 4.000 kilómetros al este de Moscú.

A las 12:00 horas, 133 mineros habían sido rescatados, indicó en un comunicado el ministerio de Situaciones de Emergencia, que asegura que envió a más de 100 socorristas al lugar de los hechos.

Inicialmente Alrosa, que es el primer productor mundial de diamantes, había indicado que en la mina había 151 trabajadores, y luego redujo la cifra a 142.

La inundación provino de una cantera abandonada, cercana al yacimiento, donde se acumulaban unos 300.000 m3 de agua, según esos servicios de emergencia.

La televisión pública difundió imágenes de redes sociales en las que se veían enormes volúmenes de agua grisácea que penetraban en una sala de reuniones, y trombas de agua chorreando por sombríos pasillos subterráneos.

Inicialmente el yacimiento de Mir era una cantera de 1,3 km de profundidad y un diámetro de más de 500 metros, hasta que se convirtió en un yacimiento a cielo abierto, en 2001.

Este inmenso cráter disfruta de una segunda vida desde 2009, cuando se abrió una mina subterránea, y ahora produce un millón de toneladas anuales de mineral.

La fiscalía de la región indicó que estaba investigando las circunstancias exactas del accidente. La antena local del comité investigador, un organismo dependiente directamente del Kremlin y encargado de las principales investigaciones, abrió diligencias por “violación de las normas de seguridad para trabajos mineros”.

El presidente Vladimir Putin
, estaba al corriente del accidente, explicó su portavoz, Dmitri Peskov, a la agencia Tass.

La mina Mir representa cerca del 9% de la producción total de Alrosa, que en 2016 se elevó a 37 millones de carates. El grupo está controlado por el Estado y el año pasado registró un volumen de negocios de 4.400 millones de euros, y un beneficio de 1.900 millones de euros.