Un avión debió hacer un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional Atatürk de Estambul, cerca de Ankara -la capital de Turquía- debido a que, en pleno vuelo, atravesó una tormenta de granizos, en medio de un fuerte sistema frontal que afecta al país.

Ya en tierra, los daños con los que resultó la estructura eran evidentes. Pese a que el avión pudo aterrizar de forma exitosa, éste lo hizo con todas las ventanas de la cabina del capitán trizadas, la parte delantera totalmente abollada, con daños en ambas alas y la pintura descascarada en diversas partes.

Los granizos eran del tamaño de pelotas de golf y afectaron a casas y automóviles. Además, la lluvia causó el anegamiento de varios sectores, los vientos produjeron la caída de árboles y atochamiento vehicular, consignó The Mirror.

Al menos diez personas resultaron con lesiones de diversa gravedad tras el derrumbe de una pared de piedra, el fuerte viento, y la caída de árboles, indicó The Telegraph.

El tráfico aéreo se vio interrumpido en el aeropuerto de Estambul, con diversos vuelos desviados hasta otras ciudades.