Uno de los criminales más famosos y despiadados de la historia del Reino Unido murió este martes, a la edad de 79 años, informaron autoridades británicas.

Se trata de Ian Brady, quien en 1966 fue condenado a cadena perpetua, junto a su pareja Myra Hindley (quien murió en 2002), por el secuestro, violación, tortura y homicidio de 5 niños.

“Confirmamos que el paciente de 79 años en cuidados de larga duración en el hospital de alta seguridad de Ashworth (internado desde 1985) ha muerto después de haber enfermado”, indicó un portavoz del servicio de salud de Merseyside, consignó diario El País de España.

Brady fue sindicado como la mente maestra de los crímenes, mientras que Hindley era la encargada de engañar a los niños, para que se subieran a una furgoneta y después secuestrarlos.

La pareja fue conocida como los asesinos del páramo y se les atribuyó la muerte de Lesley Ann Downey, de 10 años, Edward Evans (17), John Kilbride (12), Pauline Reade (16) y la de Keith Bennett (12), cuyo cuerpo aún es buscado por sus familiares.

El criminal inició una huelga de hambre en 1999, exigiendo que terminaran su vida, pues no quería estar 40 años en prisión, declarando que prefería estar muerto.

“No pienso seguir con vida durante otros 40 años y mantener a un ejército de funcionarios de prisiones. A ver si salgo de este hospital de una vez en un ataúd“, dijo a la BBC en febrero del 2000.

El asunto se resolvió cuando personal del hospital comenzó a alimentarlo contra su voluntad, algo que la justicia británica consideró legal.