Este domingo los franceses acudirán a las urnas para elegir al sucesor de su presidente, François Hollande. Los cuatro principales aspirantes, según los sondeos, plantean programas opuestos en un tema de contingencia en Europa como es la inmigración.

La crisis humanitaria que vive el continente desde hace meses junto a la creciente amenaza terrorista que sufre Francia, moviliza a ciudadanos contra los migrantes y el cierre total de las fronteras mientras otro sector pide que el país galo acepte a más solicitantes de asilo.

El nuevo presidente que habite el Elíseo cambiará, negativa o positivamente, la aceptación de extranjeros en un territorio que, históricamente, abrazó a los migrantes procedentes de colonias francesas como Argelia, Túnez o Camerún.

Marine Le Pen

La candidata de ultraderecha, Marine Le Pen, es la presidenciable que menos tolerará el movimiento migratorio en el país. Mantiene que, si es presidenta, reducirá a 10.000 las personas que aceptará como inmigrantes legales al año y restablecerá las “fronteras nacionales”.

Le Pen opta por salir del espacio Schenghen, un área que comprende a 26 países europeos entre los que no existen los controles fronterizos ni petición de visas para entrar en esos territorios para los habitantes de los países miembros.

Si llega a la presidencia, reclutará a 6.000 agentes de Aduana durante los cinco años que dure su mandato y eliminará la doble nacionalidad no-europea.

Además, la candidata pondrá fin a la adquisición automática de la nacionalidad francesa por matrimonio y por reunificación de familias. Le Pen tampoco concederá asilo si la solicitud no se hizo en Francia o en un país vecino.

François Fillon

Fillon aumentará el presupuesto de la Frontex, la agencia europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión.

En su programa, el candidato republicano propone reformar la zona Schengen y expulsar sistemáticamente del área a todo extranjero condenado por un crimen o delito.

El exprimer ministro limitará, al igual que Le Pen, el número de permisos de residencia que se concede cada año, aunque no estableció cual será la cifra.

Además, propondrá no pagar los beneficios de los subsidios familiares o la asistencia de vivienda a aquellos que residen legalmente en Francia desde hace más de 2 años.

La renegociación de los acuerdos Touquet con Reino Unido es otro de los puntos de su programa: en 2003, fijaron una frontera común en el norte de Francia que permitió a Londres revisar pasaportes y documentación de viajeros antes de entrar en su territorio.

En cuanto a la salud de los inmigrantes, eliminará la ayuda médica del Estado y establecerá una exención de cuotas que se limita a la atención de los menores de edad, emergencias y enfermedades infecciosas.

Por último, propondrá que el período mínimo para obtener la nacionalidad sea 8 años de residencia en el país y aumentará los requisitos para conseguirla.

Emmanuel Macron

Entre las modificaciones que realizaría el candidato centrista Emmanuel Macron, se encuentra la de hacer requisito indispensable para tener la nacionalidad francesa, conocer a la perfección su idioma, el francés. Para ello, propone reforzar el aprendizaje de la lengua francesa entre los solicitantes.

El economista, además, pretende establecer que las demandas de asilo sean revisadas en menos de seis meses.

Jean-Luc Mélenchon

Por su parte, el radical de izquierda Jean-Luc Mélenchon, pretende restaurar el permiso de residencia por 10 años y prohibirá la detención de niños, incluso si van con sus padres.

Mélenchon prometió la legalización de todos los indocumentados y establecerá que los extranjeros también tengan derecho a voto.

Además, el candidato propondrá la suspensión de una directiva de la Unión Europea de 1996 que facilita la libre circulación de las personas y permite a los empleados de los Estados miembros trabajar temporalmente en otro país.

“Debe aplicarse la legislación nacional incluyendo la relación con las cotizaciones sociales de empresarios y trabajadores“, dijo en el pasado mes de febrero al diario francés Le Monde.