La irlandesa Marie Collins, la segunda exvíctima miembro del grupo de expertos creado por el papa Francisco para luchar contra la pedofilia, renunció este miércoles por “falta de colaboración” dentro del Vaticano, informaron fuentes oficiales.

Con un comunicado oficial, la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores anunció la renuncia de Collins, lo que constituye un duro golpe para el papa Francisco y su promesa de aplicar la “tolerancia cero” a los curas que abusan sexualmente de menores.

El papa argentino ha sido criticado duramente esta semana por varios medios de prensa internacionales por haber reducido recientemente las sanciones a un grupo de curas pedófilos y por considerar la pedofilia como “una enfermedad”, según declaró recientemente.

La comisión contra la pedofilia fue creada a pedido del papa argentino en 2014. Está formada por laicos y religiosos y tiene el encargo oficial de proponer al pontífice “iniciativas oportunas” para combatir ese fenómeno dentro de la institución.

El año pasado, la otra exvíctima de la comisión, el inglés Peter Saunders, renunció tras asegurar que se sentía traicionado por el papa Francisco y por una Iglesia que “no hace nada” de cara a la pedofilia.

Casi cuatro años después de su elección, la pedofilia es como una espina clavada en el pontificado de Francisco, siendo uno de los problemas más graves que tiene que encarar.

En el comunicado, Collins denunció “la resistencia de algunos miembros de la Curia romana”, la maquinaria central del Vaticano, para trabajar con la comisión.

“La falta de colaboración ha sido penosa”, lamentó Collins al referirse indirectamente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la entidad encargada de examinar los casos.

La irlandesa, una de las figuras esenciales de la reforma y del endurecimiento de las penas contra los sacerdotes abusadores de menores, continuará trabajando en los procesos de formación de los obispos y atención a los abusados, indicó el Vaticano.