Un hombre de 101 años de edad fue condenado a 13 de reclusión por agresiones pedófilas, algunas de las cuales se remontan a hace más de cuatro décadas, este lunes por el tribunal en lo criminal de Birmingham, Inglaterra.

Ralph Clarke, conductor de camiones jubilado, fue juzgado por haber violado a tres menores, entre los cuales una niña de 7 años, entre 1974 y 1984, en su domicilio, pero también en una cabaña de jardín y en su vehículo.

“Usted parece ser un hombre viejo y frágil, sin embargo, queda claro que a pesar de haberse reconocido culpable, usted no tiene el menor remordimiento”, declaró el juez Richard Bond.

“¡No, no, no!”, reaccionó el acusado al pronunciarse el veredicto, sacudiendo la cabeza.

El juez Bond había declarado la semana pasada que quería una sentencia de “dos dígitos” a causa del perjuicio psicológico sufrido por las víctimas de Clarke.

Por su parte, el abogado del hombre centenario, Darron Whitehead, había pedido al jurado que tuviera en cuenta que su cliente cumplirá 102 años en marzo y que sufre problemas de salud: “Esto significa una condena de por vida, puesto que no recuperará la libertad”.

“Algunos pueden preguntarse sobre lo bien fundado que está juzgar a un anciano de 101 años, pero la edad por sí misma no constituye una defensa ante las acusaciones legales”, ecribió la inspectora de policía Emma Fennon, integrante de la unidad especializada en crímenes sexuales de la policía de los Midland, región central de Inglaterra cuya ciudad de referencia es Brimingham. Además, en Reino Unido no existe un plazo de prescripción para los crímenes de índole sexual.

Con su semblante impasible durante todo el proceso, Clarke explicó que siempre había niños alrededor de su garaje, “puesto que yo les reparaba sus bicicletas”.