El conservador Mariano Rajoy fue investido este sábado nuevamente jefe de gobierno en España por una mayoría simple del Congreso de los diputados, que pone fin así a diez meses de bloqueo político en el país.

En el poder desde 2011, Rajoy obtuvo la confianza del Congreso para un segundo mandato con 170 votos a favor, 111 votos en contra y 68 abstenciones, las últimas en principio procedentes de su histórico rival, el Partido Socialista PSOE, que se mostró dividido al respecto.

A sus 61 años, Mariano Rajoy fue reconducido al poder en España, venciendo una guerra de desgaste contra sus jóvenes rivales que subestimaron su resistencia forjada tras 35 años de vida política.

Así como salió de un accidente de helicóptero en 2005 con sólo un dedo roto, Rajoy sobrevivió con estoicismo a una crisis política sin precedentes que dejó al país sin gobierno durante diez meses.

Ni siquiera gobernar en clara minoría ante un Congreso fragmentado y beligerante lo hicieron inmutarse: “Accedo al gobierno para perseverar”, advirtió en su discurso de investidura.

Jefe del gobierno saliente, Rajoy no hacía más que gestionar los asuntos cotidianos desde que perdió la mayoría absoluta del Congreso en diciembre de 2015.

Durante este tiempo casi muerto, aprovechó para hacer campaña permanente por todo el país, jactándose del crecimiento económico del mismo y sin apenas esforzarse en labrar acuerdos con sus rivales, incapaces de formar un gobierno alternativo.

Durante su mandato entre 2011 y 2015, Rajoy recibió el apodo de presidente “plasma” por hacer comparecencias de prensa a través de una pantalla para evitar preguntas, especialmente sobre la corrupción que afectaba su partido.

Pero, ni los escándalos en su formación, con varios extesoreros juzgados en un macroproceso de corrupción, ni su gris perfil ante unos rivales más jóvenes y carismáticos, pudieron destruir a este político que hizo de su afición matutina, “caminar rápido”, su lema político.

Atacando a sus rivales tratándolos como “novatos” y jugando con el miedo a un cambio del modelo económico, salvó lo esencial para él: su partido siguió como primera fuerza (28,71%) en las legislativas de diciembre de 2015 y se reforzó en junio (33%).