El papa Francisco renunció definitivamente a su palacio de verano en Castel Gandolfo, a 25 km al sureste de Roma, cuyos aposentos privados serán abiertos a los turistas, anunció el viernes el Vaticano.

El papa argentino, partidario de la humildad, ya decidió al inicio de su pontificado renunciar a sus suntuosos apartamentos en el Vaticano, y en su lugar escogió vivir en un pequeño apartamento de tres habitaciones de una residencia en el pequeño Estado.

Tampoco ha dormido nunca en Castel Gandolfo, cuyos apartamentos se convertirán en un museo que será inaugurado oficialmente el 21 de octubre, con un concierto de música popular china.

El papa ya abrió al público los jardines a la italiana de la “Villa Barberini” de Castel Gandolfo en 2014, previa reservación de grupos.

Desde hace un año también es posible acudir a esos jardines a bordo de un tren antiguo desde la estación del Vaticano, y visitar una galería con los retratos de 51 papas en el primer piso.

El papa Juan Pablo II (1978-2005) pasó largas vacaciones en Castel Galfondo, y Benedicto XVI (2005-2013) también.