El jefe del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, afirmó este jueves que desea dialogar con “celeridad” y “absoluta franqueza” con los socialistas, quienes se debaten sobre si permitir al líder conservador formar un nuevo ejecutivo para evitar nuevas elecciones.

En sus primeras declaraciones desde la revuelta en el Partido Socialista que culminó con la salida de su líder Pedro Sánchez, Rajoy afirmó que “en cuanto pueda” hablará con Javier Fernández, al frente de la comisión gestora que dirige interinamente al PSOE.

“Lo único que le voy a decir es que se necesita un gobierno en España rápidamente y que ir a elecciones otra vez es un gran disparate”, señaló Rajoy a periodistas. “Quiero un diálogo a la mayor celeridad posible y tenerlo con absoluta franqueza”, afirmó.

El líder conservador, en el poder desde 2011, garantizó que no impondrá “ninguna condición” a los socialistas para evitar las terceras elecciones en un año cuyo resultado favorecería a la derecha y sería desastroso para el PSOE en plena crisis.

Lugartenientes de Rajoy han sugerido en los últimos días que la derecha podría pedir al PSOE que se comprometa a garantizar cierta estabilidad a un futuro gobierno en minoría del Partido Popular (PP).

Eso podría suponer garantizar la aprobación de al menos dos presupuestos generales del Estado, hasta 2018.

La abstención de los socialistas debe ser “una abstención útil (…) y la utilidad no consiste en que haya un gobierno que dure un día, sino un gobierno que pueda gobernar“, advirtió el miércoles el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando.

Pero Rajoy este jueves matizó y dijo que pedirá a los socialistas que “al menos nos dejen gobernar”, al insistir que “desde luego” no impondrá “ninguna condición”.

Hasta su renuncia, empujado por un sector crítico de su partido tras varios reveses electorales, el exlíder socialista Pedro Sánchez defendió el “No” rotundo a permitir un nuevo gobierno de Rajoy, pero ahora el PSOE, aún dividido, debe decidir si cambia de postura.

Es una carrera a contrarreloj, ya que si para el 31 de octubre no hay un nuevo gobierno, automáticamente se disuelve el Parlamento y se convocan elecciones para diciembre.

España se encuentra sumida en un bloqueo político tras más de nueve meses y dos legislativas, que resultaron en un Parlamento muy fragmentado entre cuatro formaciones, el PP, el PSOE, Podemod y Ciudadanos, incapaces de formar alianzas de gobierno.