La Fiscalía de Ecuador dispuso que el 17 de octubre próximo empiecen los procedimientos para que Suecia interrogue a Julian Assange, acusado de violación, en la embajada ecuatoriana en Londres, donde el fundador de WikiLeaks está refugiado.

El organismo indicó en un comunicado conocido el martes que estableció que “las diligencias se inicien el 17 de octubre del 2016, a las 10:00, en la sede de la Embajada del Ecuador en Londres”.

El trabajo posterior a ese día dependerá de la información que entregue Julián Assange“, señaló.

Una fuente de la Fiscalía explicó a la AFP que “no necesariamente habrá el interrogatorio ese día sino que se iniciarán las diligencias para poder tomar la declaración”.

La entidad informó también que el fiscal ecuatoriano Wilson Toainga fue designado para recibir la versión de Assange, a quien Suecia quiere interrogar por una presunta violación cometida en 2010, que él niega. El supuesto delito no expira hasta 2020.

Añadió que Toainga “tomará la declaración con base en un pliego de preguntas entregado por el Ministerio de Justicia sueco (…) así como una posible toma de muestras de fluidos corporales” si hay el consentimiento de Assange.

Además se autorizó la presencia de las funcionarias suecas Ingrid Isgren y Cecilia Redell en las diligencias, que estarán a cargo de la Fiscalía ecuatoriana.

Ecuador accedió a la asistencia penal internacional solicitada por Suecia en marzo pasado, anotó la Fiscalía.

El creador de WikiLeaks, de 45 años, lleva desde junio de 2012 en la embajada de Ecuador en la capital británica, cuando pidió asilo a Quito para evitar ser extraditado a Suecia.

El australiano rehúsa regresar a Suecia por miedo a ser extraditado a Estados Unidos, donde se le reprocha la publicación por parte de WikiLeaks en 2010 de 500.000 documentos clasificados sobre Irak y Afganistán, así como 250.000 comunicaciones diplomáticas, por lo que podría enfrentar una larga pena de prisión o ser condenado a muerte.

En mayo, las autoridades suecas decidieron mantener una orden de detención europea contra Assange, declarándose en desacuerdo con un panel de la ONU que consideró que el creador de WikiLeaks era víctima de una “detención arbitraria”.

El Reino Unido también rechazó este dictamen, que no tiene carácter vinculante.