Los conservadores españoles cerraron filas este sábado en torno a su líder Mariano Rajoy, que seguirá intentando ser investido presidente del Gobierno después de fracasar esta semana, mientras los socialistas mantienen la incertidumbre sobre una posible alternativa.

La noche del viernes, Rajoy, líder del Partido Popular (PP), fracasó por segunda vez en cuarenta y ocho horas en su intento de ser investido presidente del Gobierno, cargo que desempeña de forma interina desde el pasado diciembre.

El jefe conservador cosechó en ambas ocasiones en la cámara baja el mismo resultado: 170 apoyos, insuficientes frente a los 180 “no” de los socialistas, la izquierda antiausteridad Podemos y los partidos nacionalistas vascos y catalanes.

Pese a ello, el PP va a defender en las próximas semanas su “derecho a gobernar y a volver a intentarlo” con Rajoy, afirmó este sábado la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, tras reunirse en Madrid la ejecutiva nacional de la formación.

Los partidos españoles temen que el país vaya a unas nuevas elecciones en diciembre si persiste el bloqueo político. Según los plazos legales caerían el 25 de diciembre, y serían las terceras en un año, después de las de diciembre de 2015 y las de junio, ganadas ambas por el PP aunque sin mayoría absoluta.

A la espera del PSOE

En el debate de investidura de este viernes, Pedro Sánchez, líder del partido socialista PSOE, la segunda fuerza parlamentaria, apuntó a una posible iniciativa para liderar un gobierno “de cambio”.

Este sábado volvió a la carga, pero no precisó si va a plantear formalmente su candidatura a otros partidos como Podemos, los centristas de Ciudadanos o los nacionalistas vascos y catalanes, ni cómo lo va hacer.

Desde Galicia, que celebrará elecciones regionales el 25 de septiembre, Sánchez llamó a “entendernos entre todas las fuerzas políticas del cambio y poner fin al fracaso de Mariano Rajoy”.

Los demás partidos están a la espera de saber cómo hará Sánchez para aglutinar a fuerzas que tienen visiones opuestas en diversos asuntos.

Podemos, que es la tercera fuerza en el Parlamento, y los liberales de Ciudadanos, el cuarto partido, mantienen posiciones irreconciliables en materia económica.

También en asuntos territoriales, ya que los izquierdistas son partidarios de celebrar un referendo sobre la independencia de Cataluña, exigido por los secesionistas, e inaceptable para Ciudadanos, que los acusa de querer “romper España”. El PSOE se opone igualmente a dicho referendo.

El lunes, el rey Felipe VI se reunirá con la presidenta de la cámara baja del Parlamento, Ana Pastor. Tras esto, el monarca deberá decidir si convoca con más o menos celeridad una nueva ronda de contactos con los líderes políticos para ver a qué candidato encargar la formación de gobierno.