“Muerte a los traidores. Libertad para el Reino Unido”, declaró el presunto asesino de la diputada laborista Jo Cox esta mañana, al ser interrogado por primera vez por el tribunal de Westminster en Londres.

Thomas Mair, 52 años, fue imputado de homicidio voluntario de la diputada laborista de 41 años, baleada y apuñalada el jueves en su circunscripción de Birstall, en el norte de Inglaterra.

Ese asesinato conmocionó al país y obligó a suspender por unos días la campaña del referéndum sobre la permanecía del Reino Unido en la Unión Europea.

Mair fue brevemente interrogado en el tribunal de Westminster, donde se juzgan la mayoría de los casos vinculados al terrorismo.

Como establece la ley, desde el momento de la imputación, la prensa ya no podrá publicar información y testimonios conocidos desde la muerte de Cox, en particular sobre las posibles motivaciones del sospechoso.

En Birstall, que recibió ayer la visita del primer ministro David Cameron, los habitantes se reunieron en el centro de la ciudad para recordar a la diputada.

En Londres, centenas de personas depositaron flores en la puerta del parlamento y observaron un minuto de silencio.

La policía británica había informado ayer que daba prioridad a dos líneas de investigación en el asesinato de la diputada Jo Cox: la salud mental del sospechoso y su relación con la extrema derecha.

En Birstall, primer ministro británico David Cameron llamó a la tolerancia en un acto de homenaje a la parlamentaria.

Cox fue asesinada el jueves cuando se dirigía a una reunión con sus votantes en Birstall, en su circunscripción del norte de Inglaterra.

La campaña del referéndum británico sobre la pertenencia a la Unión Europea seguirá suspendida hoy, por tercer día, por el asesinato de la diputaxda Cox.

El 23 de junio es el referéndum que resolverá si el Reino Unido sigue en la Unión Europea. Los dos meses de campaña estuvieron llenos de agresividad.