Donald Trump fue acusado el martes de violar el principio de la separación de poderes, después de una intervención del Departamento de Justicia de Estados Unidos para reducir una pena de prisión requerida contra Roger Stone, uno de sus amigos de toda la vida.

Esta injerencia de las más altas autoridades del departamento causó conmoción entre los cuatro fiscales que estaban investigando el caso: todos anunciaron de manera contundente su abandono de la causa.

Stone fue declarado culpable en noviembre de mentir al Congreso en relación con la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.

La sentencia de ese caso será anunciada el 20 de febrero por un juez federal, tras consultar a los fiscales.

El lunes, en sus recomendaciones de sentencia, los fiscales sugirieron una pena de entre 7 y 9 años de prisión contra Stone, un consultor político de 67 años leal al presidente republicano.

Sin embargo, Trump reaccionó en la noche del lunes al martes denunciando en un tuit una “situación muy injusta” y un “error judicial”.

Los cuatro fiscales que solicitaron las sentencias iniciales, Aaron Zelinsky, Jonathan Kravis, Adam Jed y Michael Marando, anunciaron el martes, en un mensaje enviado al juez, que abandonaban del caso Stone.

No dieron una explicación de su decisión, pero uno de ellos renunció a su cargo.

“Insulto”

Sospechoso de haber presionado a fiscales supuestamente independientes, Trump negó cualquier intervención. “No les hablé”, reaccionó desde la Oficina Oval, y agregó que “no había estado involucrado en absoluto”.

Las recomendaciones de sentencia de los fiscales fueron “ridículas”, “vergonzosas” y “un insulto a nuestro país”, dijo.

La oposición demócrata evocó la posibilidad de que Trump haya incurrido en “abuso de poder”.

El Departamento de Justicia pidió a su vez el martes por la tarde una sentencia “mucho menor” contra Stone, con el pretexto de que las recomendaciones iniciales “no son adecuadas”.

“El Departamento de Justicia y el secretario Bill Barr están listos para ignorar el consejo de los fiscales de carrera (…) después de un tuit de medianoche del presidente atacando la sentencia propuesta”, dijo en un comunicado el demócrata Adam Schiff, quien dirigió el equipo acusador durante el juicio político a Trump en el Senado.

El presidente ya ha sido responsabilizado de obstruir a la justicia en la investigación rusa, incluyendo el despido del director del FBI James Comey, quien estaba investigando la injerencia extranjera en las elecciones de 2016.

La designación de Barr fue analizada en su momento como una muestra de la voluntad del presidente de poner a la cabeza de la justicia a un político de su círculo más estrecho.

Stone es parte de los seis integrantes del entorno más cercano al mandatario que han sido inculpados o condenados en el marco de la investigación rusa.

“Ha habido tantas cosas en los últimos años que han destruido el concepto de la independencia de la justicia y del estado de derecho”, dijo el martes David Axelrod, exasesor de Barack Obama, en Twitter. “Pero esto es extraordinario”.