El presidente estadounidense Donald Trump advirtió este martes que habrá “un caos” si no se construye el controvertido muro que quiere levantar en la frontera con México, mientras inspeccionaba en California varios prototipos de este proyecto.

“Para la gente que dice ‘no al muro’, si no tienes muros aquí, ni siquiera tendrás un país”, dijo el mandatario cerca de la frontera en San Diego.

Trump insistió en que las fuerzas de seguridad deberán ser capaces de ver a través de la estructura para poder controlar a los carteles criminales que podrían estar “a medio metro de distancia”, del lado mexicano.

“Sin un muro, habría caos, me imagino”, agregó.

“Cuanto más grande, mejor, porque así es más difícil pasar por encima. ¿Quién lo habría pensado? Pasar por encima es fácil, esta gente son escaladores profesionales. Algunos de estos muros los pueden escalar, esos son los que no vamos a usar”, añadió.

Del otro lado de la frontera, un pequeño grupo de manifestantes contrarios al mandatario expresaron su frustración y anunciaron planes para boicotear a las empresas estadounidenses.

La primera visita como presidente de Estados Unidos a California, bastión demócrata de la costa oeste, se produce en un momento de alta tensión entre su gobierno republicano y el estado más populoso del país, especialmente en asuntos migratorios, medioambiente y control de armas.

20.000 millones de dólares

Trump inspeccionó ocho modelos a escala real -de nueve metros de altura-, hechos de concreto y acero, erigidos uno al lado del otro en Otay Mesa, al sur de San Diego y junto a la frontera con Tijuana, México.

Cada prototipo cuesta más de 300.000 dólares y, según algunas estimaciones, el muro completo podría costar 20.000 millones.

Pero nada indica que esta barrera que espera levantar a lo largo de los 3.000 kilómetros de frontera con México -una de sus principales promesas de campaña- esté cerca de ser construida.

Más de un año después de su llegada al poder, el Congreso no ha desbloqueado aún ni un dólar para la construcción de este muro. Varios demócratas rechazan esta iniciativa que consideran el triste símbolo de un país que le da la espalda a su historia, cerrando la puerta a los inmigrantes.

En el Congreso, las conversaciones sobre inmigración se encuentran suspendidas.

El presidente se reunió con militares en la base aérea de Miramar a su llegada, y se espera que cierre la visita con un evento de recaudación de fondos en Beverly Hills para su campaña de reelección en 2020.

A favor y en contra

La visita de Trump a California, donde apenas consiguió poco más de 30% de votos durante la elección presidencial, estuvo marcada por protestas.

Antes de su llegada, decenas de personas se reunieron para una manifestación proTrump del lado estadounidense de la frontera cerca de los prototipos, mientras que un número similar de detractores llegó al puesto fronterizo de San Ysidro.

“Esta es una catástrofe ambiental, además de una mala asignación de recursos del gobierno que podrían utilizarse para la atención médica o los servicios sociales”, dijo sobre el muro Cody Petterson, presidente de los Demócratas del Condado de San Diego por la Acción Ambiental.

Los manifestantes se cubrieron con banderas de Estados Unidos y ondearon pancartas con consignas como “Humpty Trumpty se caerá de su muro”, “Resistir al idiota inestable” y “Sin odio en el Estado Dorado”.

Entre los seguidores del mandatario, Kira Innis, de 31 años, dijo que respaldaba a Trump “porque no le importa un comino el color de alguien, le preocupa poner más dinero en su bolsillo”.

Del lado mexicano, la policía federal tuvo que persuadir a alrededor de 50 manifestantes para que no quemasen una piñata de pelo amarillo, a imagen de Trump.

Apuntando a uno de los prototipos, Eladio Sánchez, de 30 años, admitió que podría ser un obstáculo pero aseguró que “se puede superar de todos modos”.

El gobernador demócrata de California, Jerry Brown, le envió el lunes una carta abierta al presidente sin ambigüedades.

Le recordó que California representa la sexta economía del mundo, y destacó que la prosperidad de su estado no había sido construida en base al “aislamiento, todo lo contrario”: gracias al recibimiento de “inmigrantes e innovadores venidos de los cuatro rincones del planeta”.

“En California, estamos más aferrados a los puentes que a los muros”, comentó.

La semana pasada, el conflicto entre California y Trump se profundizó cuando el Departamento de Justicia demandó al estado por obstruir la aplicación de la ley federal al ofrecer a los inmigrantes indocumentados un santuario para eludir arrestos y deportaciones.

“La política de California sobre los santuarios es ilegal, anticonstitucional y pone en peligro a todo el país”, tuiteó Trump desde Air Force One.

“Esto debe terminar”, agregó.