El número dos del FBI, muy criticado por el presidente Donald Trump desde hace meses, renunció a sus funciones, según confirmó este lunes una fuente del gobierno estadounidense a la Agence France-Presse.

Andrew McCabe, subdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), era desde 2016 blanco de críticas de Trump y de funcionarios republicanos, que lo acusaban de parcialidad a favor de la oposición demócrata.

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Tras conocerse la noticia, la Casa Blanca declinó toda responsabilidad en la dimisión de McCabe, de 49 años.

“El presidente no estuvo involucrado en esta decisión”, dijo la portavoz del ejecutivo estadounidense, Sarah Sanders.

El FBI no se pronunció oficialmente pero, según reportes, McCabe dejará de trabajar inmediatamente, aunque permanecerá en la nómina del FBI hasta marzo por razones administrativas.

La salida era esperada para principios de este año, cuando se convirtió en elegible para pensionarse tras dos décadas en el FBI.

Leal a Comey

McCabe era cuestionado por Trump y los republicanos por su lealtad al exdirector del FBI, James Comey, despedido por Trump.

Comey y McCabe tuvieron papeles clave en la investigación del FBI sobre Hillary Clinton, la rival demócrata de Trump en las elecciones de 2016, finalmente absuelta de malas prácticas por uso indebido de un servidor de correo electrónico personal cuando era secretaria de Estado del anterior presidente Barack Obama.

Trump cuestionó muchas veces esa decisión.

Ambos participaron también en las etapas iniciales de la pesquisa sobre la eventual injerencia de Moscú en la campaña electoral de 2016, aún en marcha, que busca determinar si el equipo de Trump se coludió con funcionarios rusos para perjudicar a Clinton.

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Trump ha rechazado repetidamente las acusaciones de colusión, calificándolas de “noticias falsas”, y ha acusado al FBI de parcialidad por continuar con la investigación, ahora en manos del fiscal especial Robert Mueller, que también fue director del FBI.

Después de que Trump despidió a Comey el 9 de mayo pasado, McCabe se convirtió en director interino del FBI.

Días más tarde compareció ante el Congreso, refutando la afirmación de Trump de que Comey había dejado el buró “en plena turbulencia” y de que había perdido la confianza del personal del FBI.

Comey “gozó de amplio respaldo dentro del FBI y todavía lo tiene”, dijo McCabe.

Esposa demócrata

Los republicanos también acusan a McCabe de parcialidad política porque su esposa Jill se postuló por los demócratas para una banca en el Senado del estado de Virginia en 2015, recibiendo apoyo financiero de ese partido.

Por ese motivo, Trump cuestionó en julio pasado al fiscal general Jeff Sessions por no haber destituido a Comey.

“¿Por qué A.G. Sessions no reemplazó al director interino del FBI Andrew McCabe, un amigo de Comey que estaba a cargo de la investigación de Clinton, pero recibió grandes sumas de dinero (US$700 mil) por la carrera política de su esposa de parte de Hillary Clinton y sus representantes?”, tuiteó el presidente.

Trump nombró en agosto a un nuevo director del FBI, Christopher Wray, pero mantuvo la presión sobre McCabe.

En diciembre volvió a tuitear sobre la esposa de McCabe y su papel en la investigación de Clinton.

Entonces insinuó que la salida de McCabe era inminente.

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“El subdirector del FBI Andrew McCabe corre contra reloj para retirarse con todos los beneficios. ¡Quedan 90 días!”, escribió entonces Trump.

Para los demócratas, el hostigamiento de Trump era parte de una campaña más amplia para manchar al FBI y debilitar la investigación sobre presunta colusión que dirige Mueller en el Departamento de Justicia (DoJ).

El ex fiscal general Eric Holder elogió a McCabe en una declaración el lunes.

“El subdirector del FBI Andrew McCabe es, y ha sido, un servidor público dedicado que ha servido bien a este país. Los ataques falsos al FBI y al DoJ para distraer la atención de una investigación criminal legítima hacen un daño innecesario a largo plazo a estos fundamentos de nuestro gobierno”, señaló Holder.