El secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, aseguró este viernes que nunca cuestionó la salud mental del presidente Donald Trump, distanciándose así de una polémica que sacude al país sobre las condiciones del mandatario de mantenerse en la Casa Blanca.

“Nunca he cuestionado su salud mental. No tengo razones para hacerlo“, dijo Tillerson a la red CNN.

La polémica nacional sobre el estado mental de Trump se aceleró con la publicación este jueves de un libro que narra el caos reinante en la Casa Blanca desde su elección.

En ese libro, Trump es retratado como un hombre incapaz de leer informes de sus ministros y por lo tanto carente de información para sostener reuniones con funcionarios extranjeros. Tillerson, sin embargo, desmintió esa visión.

Nunca he visto al presidente abandonar una reunión con un funcionario extranjero. Él siempre participa activamente de esas reuniones”, dijo el funcionario, para añadir que en las deliberaciones internas “escucha opiniones y discute todo”.

Sin embargo, el secretario de Estado admitió que él mismo -ex director ejecutivo de la gigante ExxonMobil- y Trump tienen “estilos diferentes de gerencia”.

Los dos no se conocían antes de que Trump lo invitara a ser Secretario de Estado “y por eso parte del proceso es aprender a comprendernos mutuamente”.

No obstante, en octubre pasado, Tillerson se encontró en el centro de una sensacional polémica al conocerse que en una conversación en el Pentágono no resistió clasificar a Trump como un “estúpido” delante de varios interlocutores.

Para cerrar esa polémica, Tillerson dijo en una conferencia de prensa que no pretendía referirse a esa cuestión, pero nunca negó haber hablado así del presidente.