El jurado que vio el caso de Gabriel Fernández, un niño de ocho años que murió tras sufrir reiteradas torturas, pidió que su agresor, Isauro Aguirre, fuese condenado a la pena de muerte.

Los hechos se remontan al 24 de mayo de 2013, cuando el niño de ocho años murió tras estar dos días en el hospital de Palmdale en California (suroeste de Estados Unidos), al que llegó tras ser hallado inconsciente, con fracturas en el cráneo, algunas costillas rotas, quemaduras, mordiscos y perdigones en su ingle.

De acuerdo a diario El País de España, el jurado que revisó el caso declaró culpable por este crimen a Aguirre y este miércoles recomendó la pena de muerte.

El hombre mantenía una relación sentimental con la madre del niño y vivió con ellos durante ocho meses, hasta el día del brutal crimen. Durante todo este tiempo lo golpeó y humilló de forma reiterada.

Según la investigación realizada por la fiscalía, el niño fue víctima de brutales torturas por parte de Aguirre, todo bajo la venia de su madre, Pearl Fernández, quien también está siendo juzgada por asesinato y arriesga la pena de muerte.

Al niño “se le privó de comida, recibió puñetazos y patadas, fue insultado, golpeado, humillado, acosado, le llamaban gay. Le sacaron los dientes a golpes. Pasaba cada noche atado en una caja”, expresó Jonathan Hatami, fiscal que lideró la investigación de este caso.

La defensa Aguirre aceptó todos los cargos y acusaciones, aunque han dicho que el hombre nunca tuvo la intención de matar al niño y que el deceso fue accidental. Una estrategia que buscaría evitar la pena de muerte.

Por su parte, la Fiscalía ha dicho que el acusado disfrutaba torturando al niño porque pensaba que era homosexual, lo que fue reconocido en el juicio por Aguirre.

Un testigo clave de los maltratos contra la víctima fue su hermano mayor, Ezequiel Fernández, quien confirmó los brutales ataques de su padrastro y su madre contra el pequeño Gabriel.

“Teníamos gatos y una caja de arena y cuando le castigaban mi madre le decía que se comiera una mierda”, reveló el hermano mayor de la víctima a la NBC.

Este caso tuvo gran impacto en la opinión pública de California, lo que llevó incluso a abrir procesos judiciales por negligencia y abusos contra cuatro trabajadores sociales, quienes pese a percatarse de los maltratos que era víctima Gabriel, no intervinieron.

Del mismo modo, dos oficiales de policías enfrentan un sumario interno, pues meses antes de la muerte del niño, fueron a la casa tras una denuncia de violencia doméstica y no reportaron alguna situación anómala.

Se espera que para los primeros días de marzo se conozca la sentencia definitiva contra Aguirre,en done el juez deberá determinar si lo condena a prisión perpetua o a la pena capital.