El presidente estadounidense Donald Trump firmó una orden ejecutiva que implicó la mayor reducción de tierras protegidas en la historia de Estados Unidos. El jefe del Despacho Oval indicó el recorte de más de 9 mil 200 kilómetros cuadrados a dos parques del estado de Utah (al centro oeste del país).
La medida ha sido fuertemente criticada por los ambientalistas, las tribus de indígenas norteamericanos y sectores políticos vinculados al Partido Demócrata.
“He venido a Utah a adoptar una acción muy histórica para revertir la extralimitación (del Gobierno) federal y restaurar los derechos de esta tierra a sus ciudadanos”, anunció el mandatario en Salt Lake, capital de Utah, durante un discurso en el Capitolio estatal.
La decisión se ampara en una ley de 1906, que permite la creación de áreas protegidas sin autorización del Congreso. “Estos abusos de la ley de Antigüedades han dado un enorme poder a burócratas en tierras lejanas, a expensas de la gente que verdaderamente vive y trabaja aquí”, justificó Trump.
Las áreas afectadas son Bears Ears y Grand Staircase-Escalante, decretadas monumento por los gobiernos Demócratas de Barack Obama y William Clinton respectivamente.
Bear Ears, que en la actualidad poseía 6 mil 75 kilómetros cuadrados, se reducirá a solo 817 kilómetros cuadrados (menos de un 15 % de la superficie original); en tanto, Grand Staircase-Escalante se recortará de 8 mil 100 kilómetros cuadrados a 4 mil 50 kilómetros cuadrados (la mitad).
La motivación del Ejecutivo es “abrir el territorio que antes estaba vedado para facilitar el uso de sus carreteras y pastos, además de la caza y pesca saludables”, explicó a la prensa Ryan Zinke, secretario del interior de EE.UU
La decisión coincide con la política medioambiental proseguida por Trump, quien este año se retiró del Acuerdo de París para la reducción de gases de efecto invernadero.
