Las autoridades de seguridad y justicia de Estados Unidos han señalado a la pandilla de origen salvadoreño MS-13, como una de las bandas criminales más peligrosas del mundo y han declarado como una “prioridad” obtener su disolución.
Una de las razones que ha llevado a considerar a la MS-13 o Mara Salvatrucha como una de las bandas más peligrosos del crimen organizado, es la violencia con la que actúan sus miembros en contra de sus víctimas.
Fue el caso de Damaris A. Reyes Rivas, una adolescente de 15 años, quien en enero de 2017 fue asesinada por miembros de la peligrosa pandilla, que la acusaban como responsable de la muerte de Christian Sosa Rivas, exmiembro de la Mara Salvatrucha y quien tuvo relaciones con la joven.
De acuerdo a diario El País de España, este martes un juez del estado de Virginia (donde se registraron los hechos) imputó a 10 integrantes de la MS-13 por la muerte de Damaris, usando como prueba al menos cuatro videos grabados por ellos mismos donde se muestran las torturas a las que fue sometida la adolescente.
La víctima salió el 8 de enero junto a un conocido -quien habría sido presionado para actuar- que la llevó a un lago a la salida de Washington (estado de Virginia), donde la esperaban los pandilleros. Su cuerpo recién fue encontrado el 11 de febrero.
En el lugar la comenzaron a interrogar sobre la muerte de Sosa y la obligaron a desnudarse, en un sector donde había nieve y las temperaturas estaban bajo los 0 grados, con el fin de que experimentara “el frío que sintió Sosa Rivas”.
La joven fue víctima de varias puñaladas y ataques con cuchillos, siendo finalmente rematada por un joven que la golpeó violentamente con un palo, agresiones que quedaron registradas en las grabaciones.
Una de las agresoras identificadas es Venus Romero Iraheta, de 17 años, quien fue la última pareja de Sosa, y apuñaló en al menos 13 ocasiones a Damaris, además de usar un cuchillo para “borrar” un tatuaje que tenía la adolescente. “Te veré en el infierno”, le dijo a la víctima.
Otro de los imputados es Wilmer A. Sánchez Serrano, de 22 años, quien ha sido señalado como la persona que remató a Damaris, tras romperle el cuello por un fuerte golpe con un palo.
En total son 10 los acusados por este crimen, de los cuales tres ya se han declarado culpables, mientras el juez confirmó que Romero será juzgada como adulta, pese a ser menor de edad al momento de los hechos.
