El uzbeko que mató a ocho personas en Nueva York tras embestir a peatones y ciclistas con una camioneta reivindicó el atentado en nombre del grupo Estado Islámico y dijo a investigadores que estaba “satisfecho” de lo que hizo.

La policía federal reveló el miércoles increíbles detalles de sus interrogatorios con Sayfullo Saipov, de 29 años, en el hospital donde fue internado tras recibir un disparo de un policía en el estómago luego del ataque.

Saipov habría reconocido que comenzó a planificar el atentado “hace cerca de un año”, antes de decidir hace dos meses que utilizaría una gran camioneta para “causar el máximo de víctimas”, según la acusación de la fiscalía, que presentó cargos de terrorismo en su contra.

El atacante fue dado de alta, presentado ante un juez en una silla de ruedas y luego trasladado a una prisión, dijo un portavoz de la fiscalía a la AFP.

“Tenemos evidencia que establece que Saipov cometió este atentado en nombre del EI”, dijo a la prensa el fiscal interino de Manhattan, Joon Kim, al anunciar los cargos.

En su bolso y en la camioneta, las autoridades hallaron múltiples cuchillos, propaganda del EI y en sus celulares unos 90 videos con combatientes del EI arrollando prisioneros con un tanque o decapitándolos, precisó.

Un máximo de víctimas

Saipov habría también precisado a los agentes que alquiló otra camioneta el 22 de octubre para entrenarse, y habría elegido el día de Halloween “para estar seguro de que habría mucha gente en las calles”, según la fiscalía.

Habría pedido desplegar la bandera negra del EI en su habitación de hospital y dijo a los investigadores estar “satisfecho de lo que hizo”.

Los fiscales difundieron un documento en el cual acusan a Saipov de dos cargos: suministrar apoyo material y recursos a una organización extranjera designada como terrorista, y violencia y destrucción de un vehículo.

El acusado podría ser condenado a un máximo de cadena perpetua. Investigadores federales podrían también buscar la pena de muerte.

Saipov embistió a una veintena de peatones y ciclistas con una camioneta alquilada el martes a las tres de la tarde en el moderno barrio de Tribeca, en el atentado más mortífero cometido en Nueva York desde que la red Al Qaeda derribó las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.

Finalmente se estrelló contra un bus escolar que le obligó a detenerse cuando tenía intención de seguir atropellando peatones hasta el puente de Brooklyn, que une Manhattan a ese distrito, según la fiscalía.

Cinco de los fallecidos son argentinos, parte de un grupo de 10 amigos que celebraban 30 años de egresados de la secundaria.

Los amigos paseaban de a dos en bicicleta cuando “no tuvieron el tiempo de reaccionar, comenzaron a ser atropellados”, contó el cónsul argentino, Mateo Estremé.

“Recuerdan una escena dantesca, casi infernal, en la cual los cuerpos estaban en el piso, la sangre estaba allí, se produjo un tiroteo con el conductor de la camioneta y posteriormente fueron evacuados a los hospitales”, añadió.

Una madre belga de 31 años y dos estadounidenses también murieron. Del total de 12 heridos, cuatro siguen internados en estado crítico pero estable.