Paul Manafort, exdirector de campaña del presidente Donald Trump, se declaró inocente este lunes de las acusaciones de conspiración y lavado de dinero y fue puesto bajo arresto domiciliario mediante una fianza de 10 millones de dólares.

El controvertido estratega conservador y lobista fue inculpado formalmente en el marco de las investigaciones sobre la alegada colusión del comité de campaña de Trump y Rusia en la carrera presidencial del año pasado.

Manafort se presentó a primera hora de la mañana ante el FBI y posteriormente fue enviado ante una jueza federal en Washington, donde presentó un escrito declarándose inocente de los 12 cargos esgrimidos en su contra.

Además de Manafort, también fue inculpado su asociado Rick Gates, quien de igual forma quedó en prisión domiciliaria luego del pago de una fianza de cinco millones de dólares.

A la salida del tribunal, el principal abogado de Manafort, Kevin Downing, afirmó que la inculpación del poderoso lobista era “ridícula”.

En la misma jornada, otro asesor de la campaña de Trump, George Papadopoulos, admitió haber mentido a los agentes del FBI que lo interrogaron en el cuadro de las investigaciones sobre la alegada colusión con funcionarios rusos.

Las inculpaciones sobre Manafort y Gates no se refieren a delitos cometidos por la campaña de Trump, sino a actividades ilegales de ambos aún cuando Manafort era el jefe del comité electoral.

El fiscal especial que investiga el espectacular caso, Robert Mueller, acusó a ambos de “conspirar contra Estados Unidos”, mentir a los agentes del FBI y lavar decenas de millones de dólares provenientes de sus negocios con Ucrania.