El mandatario estadounidense, Donald Trump, presidirá este mes una reunión con líderes mundiales en Naciones Unidas para impulsar reformas en la estructura de la organización internacional, que ha llegado a calificar como “un club para pasar un buen rato”.

En la cita, prevista para el 18 de septiembre, pedirá a jefes de Estado, presidentes y primeros ministros, suscribir una declaración de diez puntos en respaldo al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para “hacer cambios concretos” en el seno de la institución, según el documento obtenido este viernes por la AFP.

Guterres está impulsando una serie de remodelaciones que van desde la gestión hasta el desarrollo de las agencias. Uno de los objetivos principales es “reducir la duplicación de mandatos”. Sus propuestas serán debatidas en la Asamblea General que comienza el 19 de septiembre.

Trump considera que la ONU es un cuerpo “decepcionante”, pero que tiene “un gran potencial” para abordar las crisis en el mundo.

En ese sentido, ya ha logrado, por ahora, que 14 países apoyen las reformas de Guterres: Alemania, Canadá, China, Eslovaquia, India, Indonesia, Japón, Jordania, Nigeria, Reino Unido, Ruanda, Senegal, Tailandia y Uruguay.

Por otra parte, Estados Unidos es el primer contribuyente de la organización: aporta el 28,5% de los 7.300 millones de dólares destinados al mantenimiento de la paz.