El presidente Donald Trump acusó este viernes al ex director del FBI James Comey de mentir sobre las conversaciones entre ambos y se dijo dispuesto a declarar bajo juramento para zanjar una controversia que sacude su mandato.

Trump aprovechó una conferencia de prensa con el presidente de Rumania, Klaus Iohannis, para recuperar la iniciativa del debate político y responder al devastador testimonio que Comey brindó el jueves ante un comité del Senado que investiga la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de noviembre.

En su testimonio, Comey aseguró que en una conversación en febrero Trump buscó interferir en la investigación que el FBI conducía sobre el papel de Rusia en esas elecciones.

Según Comey, Trump le sugirió dejar tranquilo al general Michael Flynn, quien había sido obligado a renunciar a su cargo de Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

“No dije eso. Lo repito, no dije eso. Y si lo hubiese dicho no habría hecho nada equivocado, de acuerdo con lo que he estado leyendo”, dijo el presidente, visiblemente impaciente ante los cuestionamientos.

Trump también aseguró estar “100%” dispuesto a responder bajo juramento a preguntas sobre el controvertido tema, inclusive ante el fiscal especial e independiente designado para investigar la presunta injerencia rusa, Robert Mueller.

“Estaré feliz de poder decirle (a Mueller) lo mismo que estoy diciendo ahora”, dijo Trump.

Sin colusión con Rusia

“No hubo colusión” con Rusia y “no hubo obstrucción” a la justicia, afirmó.

El mandatario prefirió mantener el misterio sobre la eventual existencia de grabaciones de sus conversaciones con Comey en la Casa Blanca.

El país, dijo Trump, “sabrá en breve” la verdad sobre las supuestas grabaciones.

El mandatario había despedido a Comey de su cargo y pocos días después publicó un amenazador tuit conminándolo al silencio y sugirió que podrían existir grabaciones de sus conversaciones.

El jueves, al ser interrogado sobre esa posibilidad, Comey no dejó ninguna duda de su posición: “oh, Señor, espero que existan esas cintas”, dijo.

De acuerdo con Trump, Comey dijo en el Senado cosas “que no son ciertas”.

Sin embargo, rescató del testimonio de Comey el hecho de haber confirmado que Trump nunca fue objeto de investigaciones del FBI por la controversia con Rusia.

Fiel a su estilo, Trump inició la jornada del viernes con un tuit en el que atacó a Comey por haber filtrado información confidencial a la prensa.

“¡WOW! ¡Comey es un soplón!”, escribió el presidente.

En su testimonio, el ex director del FBI narró que en febrero, después de sufrir presiones de Trump, decidió redactar un memorando interno y confidencial que discutió con sus asesores más próximos en la policía federal.

Sin embargo, cuando Trump lo amenazó veladamente con las grabaciones para recomendarle que se llamara a silencio, Comey le pasó ese memorando a un amigo personal para que lo filtrara a la prensa.

Terremoto político

Este viernes, una fuente del equipo legal de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, dijo que la presidencia presentará en los próximos días una queja formal ante el Inspector General del Departamento de Justicia por la conducta de Comey.

“También habrá una queja formal ante la Comisión de Asuntos Judiciales del Senado”, añadió la fuente.

Desde su llegada a la Casa Blanca, el 20 de enero, el gobierno de Trump es diariamente atormentado por filtraciones a la prensa de informaciones sensibles y el propio presidente ya se ha quejado de ello en la red Twitter.

El abogado personal de Trump, Marc Kasowitz, emitió el jueves una enérgica nota en la que desmiente aspectos del testimonio de Comey ante el Senado, aunque no hizo referencia al pedido que habría formulado el mandatario en favor de Flynn.

Kasowitz estimó asimismo que el ex jefe del FBI podría ser procesado por “filtraciones no autorizadas”.

“Está claro que el presidente le pidió al señor Comey que cometiera una acción inapropiada, y eso era abandonar la investigación del general Michael Flynn”, dijo a la cadena CNN la senadora demócrata Susan Collins.

El profesor de la Facultad de Derecho de Harvard, Mark Tushnet, consideró que se debe tener en cuenta que Comey sabe mucho más de lo que puede decir, y calificó su testimonio de “asunto importante”.

La comparecencia de Comey ante los senadores (seguida de una sesión a puerta cerrada de la que no se conocen detalles) provocó un verdadero terremoto político que dejó acorralado políticamente al presidente.

El testimonio de Comey abrió una interminable discusión jurídica sobre si el presidente incurrió en el delito de obstrucción de justicia, algo considerado extremadamente grave ya que hasta podría abrir las puertas a un juicio político contra Trump.