El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, visitó este domingo la puerta de la zona desmilitarizada que sirve como frontera entre Corea del Sur y del Norte, un día después de que Pyongyang efectuó una prueba de misil fallida.

Pence viajó en helicóptero a la base de Camp Bonifas, un puesto de la ONU dirigido por Estados Unidos, que está unos metros al sur de la zona desmilitarizada (DMZ). El viaje programado hace meses, se concreta en el momento de mayor tensión política con Pyongyang.

En la última semana, proyecciones de imágenes geoespaciales dejaron entrever que Corea del Norte podía estar preparando un nuevo ensayo nuclear.

El sábado, Pyongyang celebró un gran desfile militar para conmemorar el Día del Sol, fecha del nacimiento de Kim Il-sung, abuelo del actual dirigente norcoreano Kim Jong-un.

En las primeras horas del domingo, Seúl detectó un lanzamiento de misil en el área de Simpo, en la provincia de Hamkyong del Sur.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó que Corea del Norte lanzó lo que parecía ser un misil y dijo que el lanzamiento falló “casi inmediatamente”. Corea del Norte asegura estar “preparada” para una guerra nuclear con Estados Unidos.