Estados Unidos instó este martes a Rusia e Irán a impedir ataques químicos del régimen sirio de Bashar al Asad, al que responsabilizó de un supuesto bombardeo de esas características que dejó 58 muertos.

“Llamamos a Rusia y a Irán, una vez más, a ejercer su influencia sobre el régimen sirio y que garanticen que este tipo de horrorosos ataques no ocurra nuevamente”, expresó el secretario de Estado, Rex Tillerson.

El gobierno de Donald Trump se encuentra bajo presión por haber concentrado sus esfuerzos en el combate al grupo radical Estado Islámico y no en contribuir a poner punto final al baño de sangre en Siria.

Para Tillerson, quien viajará a Rusia en la próxima semana, el nuevo ataque hace resaltar la necesidad de que Rusia e Irán ayuden a salvar un endeble proceso de paz.

“Como autoproclamados garantes por el cese de hostilidades negociado en Astana, Rusia e Irán también tienen responsabilidad moral por las muertes” ocurridas en el ataque químico.

El jefe de la diplomacia estadounidense no se ahorró críticas al presidente sirio.

“Mientras seguimos evaluando esta situación terrible, está ahora claro que ésta es la forma en que Bashar al Asad opera: con barbarie brutal e incontenible”, expresó.

El supuesto ataque químico en Jan Sjeijun, una pequeña ciudad de la provincia de Idlib, bastión de la resistencia en el noroeste de Siria, dejó al menos 58 civiles muertos, incluidos 11 niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El Ejército sirio negó categóricamente cualquier involucramiento.