Donald Trump amenazó el jueves con cortar el financiamiento a la universidad de Berkeley, donde cientos de estudiantes se enfrentaron con la policía al protestar contra la conferencia de un polémico editor de un sitio ultraconservador, en una nueva señal del incremento de la tensión en el país luego de su llegada a la Casa Blanca.

En uno de sus acostumbrados tweets matinales, el presidente estadounidense amenazó con suprimir los fondos federales destinados a la universidad californiana, símbolo de la contra-cultura y bastión de la defensa de la libertad de expresión en las décadas de los 60 y 70.

“Si la UC (Universidad de California) Berkeley no permite la libertad de expresión y ejerce la violencia contra personas inocentes que tienen puntos de vista diferentes – NO HABRÁ FONDOS FEDERALES”, escribió el nuevo presidente en Twitter.

Al grito de “¡cállenlos!”, centenares de manifestantes quemaron la noche del miércoles trozos de madera en medio de la calle, rompieron vidrieras de locales comerciales y lanzaron fuegos artificiales a la policía, que respondió con bombas de gas lacrimógeno.

“¡Cancélenla!”, reclamaron los estudiantes, en referencia a la conferencia de Milo Yiannopoulos, editor del sitio de extrema derecha Breitbart prevista en la universidad.

El acceso al centro fue bloqueado y la exposición de Yiannopoulos, conocido por sus provocadores comentarios en redes sociales, terminó anulada.

El periodista británico es simpatizante de Trump, a quien llamó “Papi” durante la campaña electoral, y se ha convertido en una de las caras más conocidas del movimiento “Derecha Alternativa”, “Alt-right” en inglés.

Protestas similares se registraron en la Universidad de California en la ciudad de Davis, a 100 kilómetros de Berkeley, que también tuvo que cancelar charlas con Yiannopoulos y el exejecutivo farmacéutico Martin Shkreli.

Ambos eventos fueron organizados por grupos de estudiantes conservadores como parte del “Dangerous Faggot Tour” (que se traduciría como “Tour del maricón peligroso”). En la universidad UCLA de Los Ángeles también se canceló el evento, Berkeley era la última escala de la gira.

Más de 100 estudiantes de Berkeley enviaron cartas el mes pasado al rector de la universidad para exhortarlo a cancelar el evento.

“Aunque nos oponemos vigorosamente a las opiniones de Yiannopoulos -que aboga por la supremacía blanca, la transfobia y la misoginia– es más bien su conducta dañina la que nos lleva a pedir la cancelación de este evento”, se lee en una de las cartas.

Tensión creciente

Estos enfrentamientos son una nueva señal de la creciente tensión que vive el país desde la llegada de Trump a la Casa Blanca el 20 de enero.

Al día siguiente a su investidura, millones de personas participaron en “Marchas de las mujeres” para defender los derechos civiles y protestar contra las propuestas para inmigración, los musulmanes o sus declaraciones sobre las mujeres.

Un decreto que limita la inmigración firmado por Trump el viernes volvió a encender las manifestaciones.

La decisión de cerrar temporalmente las fronteras a los refugiados y originarios de siete países musulmanes provocó indignación en el mundo y protestas en varias ciudades y aeropuertos estadounidenses.

El alcalde de la ciudad de Berkeley (este de San Francisco), Jesse Arreguin criticó el jueves los actos de “destrucción y violencia”, pero expresó su apoyo a “quienes se reúnen pacíficamente en apoyo a un país justo e inclusivo”.

Según Arreguin, la violencia del miércoles “dan a la extrema derecha nacionalista precisamente las imágenes que que busca para desacreditar a la gran mayoría de manifestantes pacíficos, en Berkeley y a lo largo del país, que están muy preocupados por el futuro”.

Las autoridades de las tres universidades cuestionadas aseguraron que no invitaron a Yiannopoulos ni apoyan sus ideas, pero que habían autorizado la realización del evento apegados al derecho a la libertad de expresión.

Las declaraciones de Yiannopoulos “son totalmente contrarias a las del campus pero la universidad de Berkeley está apegada a la Constitución (…) que incluye la libertad de expresión de todas las opiniones”, expresó el presidente de la prestigiosa institución, Nicholas Dirks.