El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este miércoles que era de interés de Estados Unidos tener lazos “constructivos” con Rusia, pero reconoció que la relación retornó a un “espíritu confrontativo”, cuando Vladimir Putin regresó a la presidencia.

“Creo que es de interés de Estados Unidos y del mundo que tengamos una relación constructiva con Rusia. Ese ha sido mi enfoque a lo largo de mi presidencia”, dijo Obama en su última rueda de prensa antes de entregar el cargo, el viernes, a Donald Trump.

Obama aclaró que en los ocho años de su presidencia exhortó a Rusia a tener un rol “constructivo” en el mundo, e intentó colaborar con el Kremlin.

Pero subrayó que tras el regreso de Putin a la presidencia en 2012, una creciente “retórica antiestadounidense” y un “espíritu confrontativo”, que evocaba a la Guerra Fría, “hicieron la relación más difícil”.

Enfrentados por la situación en Ucrania y Siria, Washington y Moscú profundizaron su desconfianza mutua tras las acusaciones de la inteligencia estadounidense de interferencia rusa en sus elecciones presidenciales, que ganó Trump.

Mientras el gobierno saliente y las agencias de inteligencia se mantienen muy críticos con Rusia, el próximo presidente ha expresado mayor escepticismo sobre esas acusaciones.

Estados Unidos impuso sanciones económicas a personas cercanas a Putin tras la invasión rusa a Crimea, que amplió recientemente tras las revelaciones de pirateo electrónico en los comicios.

Obama también criticó a Putin por negarse a profundizar en los compromisos sobre la reducción de armas nucleares (START), aunque dio a Trump el beneficio de la duda de una nueva relación con Moscú.

“Si el presidente electo Trump logra reiniciar esas negociaciones en una manera seria, creo que queda mucho espacio para ambos países para reducir nuestros inventarios” nucleares, dijo el mandatario.