Barack Obama lagrimeó al rendir tributo a sus hijas y esposa Michelle, su “mejor amiga”, en el cierre de su emotivo discurso de despedida de la presidencia de Estados Unidos en su ciudad adoptiva de Chicago.

“Michelle LaVaughn Robinson, hija del lado sur, durante los últimos 25 años no solo has sido mi esposa y madre de mis hijas, has sido mi mejor amiga“, dijo Obama a la primera dama, que estaba sentada frente a él vestida de negro.

Asumiste un papel que no pediste y lo hiciste propio con gracia y coraje y estilo y buen humor”, le dijo, mientras sacaba un pañuelo para secarse las lágrimas, arrancando una fuerte ovación de los 18.000 asistentes.

“Una nueva generación eleva sus miras porque te tiene como modelo a seguir. Me has llenado de orgullo. Has llenado de orgullo al país”.

Fue en Chicago donde se conocieron los Obama, donde nacieron sus hijas Malia y Sasha, y como dijo el presidente en Facebook antes del discurso, “para Michelle y para mí, Chicago es donde todo empezó”.

Finalmente, el mandatario saliente, de 55 años, se dirigió a su vicepresidente Joe Biden, a quien, junto con su esposa Jill, describió como su segunda familia, arrancando una nueva ovación.

“Fuiste la primera decisión que tomé tras ser nominado, y fue la mejor”, lanzó. “No solo porque has sido un gran vicepresidente, sino porque gané un hermano”.

Tras el discurso, el presidente, su esposa y su hija se fundieron en un abrazo en el escenario.