El ejército de Estados Unidos no necesariamente derribaría un misil balístico intercontinental de Corea del Norte si el líder de ese país tratara de probar uno, señaló este martes el secretario de Defensa, Ashton Carter.

El líder norcoreano, Kim Jong-Un, señaló en su discurso de Año Nuevo que el país estaba “en las etapas finales de prueba de lanzamiento del misil balístico intercontinental.”

Carter, que dejará el Pentágono cuando el 20 de enero asuma el gobierno del republicano Donald Trump, dijo en su conferencia de prensa final que podría tener sentido observar ese ensayo sin tomar medida alguna.

Si el misil está amenazando (la seguridad nacional) va a ser interceptado. Si no es una amenaza, no necesariamente vamos a hacerlo”, dijo.

“Puede ser más ventajoso para nosotros en primer lugar salvar nuestro inventario interceptor, y en segundo lugar reunir información sobre el vuelo”, añadió.

En 2016, Corea del Norte llevó a cabo dos pruebas nucleares y varios lanzamientos de misiles en su búsqueda por desarrollar un sistema de armas de alta gama capaces de golpear a Estados Unidos.