Estados Unidos presentó una demanda este jueves para recuperar antigüedades con las que el grupo Estado Islámico (EI) traficó, con el objetivo de evitar que esos objetos sirios e iraquíes desaparezcan en manos de coleccionistas.

La fiscalía estadounidense presentó ante la corte de distrito de Washington una reclamación de confiscación de las antigüedades, que se cree que valen cientos de miles de dólares, con el objetivo de advertir a los posibles coleccionistas que cualquier compra que hagan podría ser impugnada.

Las antigüedades fueron identificadas a partir de fotografías de teléfonos y de otros dispositivos electrónicos incautados al poderoso Abu Sayyaf, alto mando del grupo yihadista que fue liquidado en una operación especial de Estados Unidos en el este de Siria en mayo de 2015.

Abu Sayyaf recaudaba dinero para el EI a través del comercio de antigüedades, vendiendo o gravando bienes saqueados de esta antigua región, muy rica en bienes culturales.

Se cree que el grupo amasó varios millones de dólares a partir del lucrativo negocio, dijo el Departamento de Estado estadounidense el año pasado.

En el ataque que acabó con Abu Sayyaf, las autoridades estadounidenses recuperaron amplios registros sobre el comercio de bienes, entre los que había fotografías, documentación de impuestos recibidos y compras hechas.

El fiscal adjunto Arvind Lal dijo que los cuatro artículos citados en el archivo de la incautación, el primero de ese tipo, son los primeros que podrían ser claramente identificados y descritos para llevar a cabo la acción legal.

“Cuando se llevó a cabo el ataque contra Abu Sayyaf, Estados Unidos recopiló muchos dispositivos electrónicos“, como celulares, dijo a la AFP. En ellos, “había muchas, muchas imágenes” de antigüedades.

Según Lal, el objetivo de la acción legal no es que Estados Unidos tome el control definitivo de esos bienes, sino devolverlos en algún momento a las autoridades que son sus propietarias legítimas.

Lal no dijo si Estados Unidos sabe dónde se encuentran los objetos. Entre ellos hay un imponente anillo de oro con un serpenteante camafeo con el rostro de la diosa griega Tique, de entre los años 330 y 400 d.C.; monedas romanas del siglo II con representaciones de Antonio Pio y el emperador Adriano; y una estela cuneiforme que puede datar del siglo IX a.C.