La política estadounidense de aproximación a Cuba ha traído beneficios concretos a ciudadanos estadounidenses y cubanos, afirmó este lunes el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, quien cuestionó la idea de excesivas “concesiones” hechas a La Habana.

Esa política “ofrece más libertad a ciudadanos estadounidenses para visitar Cuba o enviar dinero a miembros de su familia en Cuba, o participar en negocios. Son buenas cosas, son beneficios que disfrutan ahora ciudadanos estadounidenses”, expresó.

El presidente electo, Donald Trump, señaló este lunes en la red social Twitter que en caso de que Cuba no esté dispuesta a negociar “un mejor acuerdo”, podrá “poner punto final” al proceso de aproximación una vez que se instale en la Casa Blanca el 20 de enero.

En la visión de Earnest, sin embargo, los críticos de la actual política de aproximación “están dando vueltas tratando de justificar su lealtad a una política obviamente fracasada de aislamiento de Cuba, que nunca tuvo ningún resultado”.

Para el vocero de la Casa Blanca, “hacer declaraciones ruidosas e iniciar un caso de recriminaciones mutuas atadas al pasado, no hace avanzar ni la democracia ni la libertad ni expande oportunidades”.

“Los críticos de la actual política sugieren que de alguna forma Estados Unidos ha hecho un paquete de concesiones al gobierno cubano. Eso está equivocado. No hay concesiones”, aseguró.

Earnest añadió que cada presidente que ocupa la Casa Blanca, debe preguntarse si “estaremos anclados en el pasado o si vamos a mirar hacia el futuro. Eso no significa ignorar el pasado, sino hacer que el pasado no interfiera en nuestra capacidad de hacer progresos“.