Este 8 de noviembre millones de ciudadanos votarán en Estados Unidos para elegir un nuevo presidente, una elección que ha logrado captar la atención del mundo no sólo por la relevancia del cargo en cuestión, sino por la agresividad de la campaña y las polémicas que han rodeado a los candidatos.

Los postulantes a la Casa Blanca para esta ocasión son Hillary Clinton por el Partido Demócrata y Donald Trump por el Partido Republicano, ambos con un historial de polémicas, aunque el segundo llama más la atención por su falta de experiencia política y por ser -valga la redundancia- políticamente incorrecto.

Acusaciones y descalificaciones contra el oponente han sido la tónica de la campaña electoral en Estados Unidos, lo que quedó más de manifiesto en los tres debates televisivos a los que se sometieron los candidatos y que rompieron los niveles de audiencia para este tipo de eventos, con cerca de 85 millones de espectadores.

El cientista político de la Universidad de Harvard y académico de la Amherst College, Javier Corrales, sostiene que el alto nivel de rechazo que provocan ambos candidatos genera que muchos votantes no reconozcan públicamente por quién votarán.

“Si las encuestas están recogiendo bien el sentir de los votantes, lo cual en esta elección es un gran interrogante(…) No sabemos cuántas personas están respondiendo con franqueza en las encuestas. Hay grandes razones por las que haya votantes secretos (en el closet) tanto de Trump como de Clinton”, acota Corrales.

Lee también: ¿Cómo eligen presidente en Estados Unidos?

Polémica

-Acusaciones de abuso contra Trump

En el primer debate, Clinton acusó a Trump de haber evadido impuestos durante años (según el empresario utilizó a su favor la legislación norteamericana), pero tras eso vino la gran bomba, cuando le recordó sus burlas hacia Alicia Machado, una ex miss Universo, que a los meses de ganar el concurso experimentó un aumento de peso.

“Este es un hombre que ha llamado a las mujeres cerdas, prostitutas y perras. Alguien que ha dicho que el embarazo es inconveniente para los empleadores y que las mujeres no merecen pago igualitario”, dijo Clinton en esa oportunidad.

Por su parte, Trump reconoció que llamó “Miss Piggy” (señorita cerdita) a Machado y se justificó en que la modelo fue poco profesional tras ganar el certamen del que el millonario era propietario, pues según él no cuidó su físico como debía.

Pero antes del segundo debate vendría el peor momento para Trump en la campaña, cuando el Washington Post publicó un audio donde se escucha al republicano conversando con un presentador del programa “Access Hollywood”.

Cuando eres una estrella, nos dejan hacer. Uno puede hacer lo que quiere”, afirmaba Trump. La frase desató la polémica.

“Fueron chistes de vestuario, una conversación privada de hace años…me disculpo ante todos aquellos que puedan haberse sentido heridos”, se justificó Trump.

Tras la revelación de este audio, sería un reportaje del New York Times el que afectaría la imagen de Trump, donde dos mujeres denunciaban al millonario por diversas agresiones sexuales.

Las denuncias no serían las únicas y hasta el momento 10 mujeres han acusado al republicano por intentar abusar de ellas, aunque desde el campaña del empresario han dicho que ellas han sido pagadas por el comando de Cliton para perjudicarlo.

Lee también:
Trump y un nuevo escándalo: dos mujeres lo acusan por agresión sexual
Difunden video donde Trump describe en crudos términos sus técnicas de seducción
-Caso correos y FBI

Trump no ha guardado nada de su artillería y ha criticado a Hillary Clinton, haciendo hincapié en supuestos errores durante su periodo como senadora de Nueva York y/o secretario de Estado, así como también el caso correos electrónicos que investiga el FBI.

La investigación fue reabierta a menos de dos semanas de las elecciones y ha traído como consecuencia que la diferencia a favor de Clinton en las encuestas se esfumara.

Clinton fue acusada usar durante su periodo como secretaria de Estado (2009-2013) un servidor privado (y no protegido) de correos electrónicos, en total fueron 60.000 mensajes, de los cuales 30.000 fueron eliminados y 110 contenían datos sobre seguridad nacional.

Además, la exprimera dama mintió en su momento sobre esta situación, pero después tuvo que reconocer que sí había usado un servidor privado, por lo que el FBI inició una investigación en su contra.

El jefe de la división, James Comey, tras la indagatoria dijo que no recomendaba abrir un proceso penal en contra de la demócrata, pero afirmó que había sido “extremadamente descuidada”.

Trump ocupó este hecho en todos los debates contra Clinton, acusándola de ser irresponsable y de no estar preparada para ser presidenta de Estados Unidos.

“¿Y los correos 30.000 correos dónde están Hillary”, increpaba Trump a la candidata demócrata.

Pero el viernes 28 de octubre, Clinton recibió una mala noticia, luego de que Comey anunciara la reapertura del caso tras descubrirse nuevos correos, lo que le podría costar una dura sanción y que ocasionó una dura caída en los sondeos previos a las elecciones.

Las acusaciones y polémicas han logrado mellar la imagen de ambos candidatos, sumado a las polémicas en que ellos mismos se han inmiscuido- por lo que tanto Clinton como Trump tienen grandes niveles de rechazo, aunque el del republicano es un poco más alto.


Lee también:

FBI retoma investigación sobre correos de Hillary Clinton
Revelan presiones sobre el FBI para proteger a Clinton en caso de correos privados

nota polemicas

Inmigración y América Latina

El primer gran eje de la campaña de Donald Trump y por la que su figura comenzó a tener grandes niveles de rechazo fue su oposición (al menos a nivel de discurso) contra la inmigración, centrando sus palabras en México y prometiendo la construcción de una muralla en la frontera sur del país.

“Donald Trump claramente ha expresado que cortará la migración o que va a cerrar las fronteras y de ganar establecerá una relación bastante compleja con la región (América Latina), que es una región generadora de inmigrantes hacia Estados Unidos”, señala la investigadora de la Universidad de Santiago (Usach), Lucía Dammert.

La académica plantea que una victoria de Trump complicaría las relaciones de Estados Unidos con América Latina, mientras que si es electa Clinton significaría una continuidad de la administración Obama.

“Por muchos años Estados Unidos fue vital para América Latina, hoy esa preponderancia no es tal, su forma de actuar ahora es distinta. Pero su rol en Centroamérica y el Caribe es muy importante, en términos de la ayuda que brindan, la cooperación internacional en temas como el narcotráfico, el tráfico de personas y el alto grado de flujo de migración en esas zonas”, indica Dammert.

Una frase que llamó la atención en el tercer debate fue cuando Trump dijo que expulsaría a los inmigrantes ilegales, especialmente aquellos que hayan cometido algún tipo de ilícito.

“Estamos recibiendo las drogas, y ellos el dinero. Necesitamos fronteras más fuertes (…) Tenemos algunos hombres malos y vamos a sacarlos”, señaló en su momento el magnate inmobiliario.

Esta fuerte oposición ha generado que el voto latino se vuelque hacia Hillary Clinton y que podrían entregarle la victoria el próximo martes 8 de noviembre.

Lee también:
Trump en California: ¿Quién pagará el muro? ¡México!, responden sus seguidores
Trump promete expulsar indocumentados desde el inicio de su eventual presidencia

nota inmigracion

Estado Islámico

Otro punto que ha usado Trump como caballo de batalla es la situación de Medio Oriente, especialmente el conflicto bélico en Siria y la lucha contra el Estado Islámico

“Hablas de derrotar al Estado Islámico. Pero tú estuviste allá, y fuiste Secretaria de Estado cuando (EI) era pequeño. Ahora, está en más de 30 países y ¿tú los vas a detener? No lo creo”, encaró Trump a Clinton durante un debate.

El magnate ha dicho en varias ocasiones que la administración Obama y Clinton fueron los responsables de la creación del Estado Islámico, declarando que las milicias norteamericanas no debieron abandonar Irak.

Una arista que llama la atención en las propuestas del republicano, es que ha dicho que Estados Unidos debe dejar de intentar derrocar el régimen de Bashar al-Ásad, pues se ha vuelto más poderoso desde el comienzo del conflicto sirio, gracias al apoyo de Rusia e Irán.

Además, el empresario ha dicho que el Estado Islámico es peor que el gobernante sirio y que la organización yihadista debería ser la prioridad para la Casa Blanca.

“No me gusta al Assad, pero él mata a ISIS”, ha reiterado Trump.

Del mismo modo, el candidato republicano ha explicado que no vería con malos ojos una alianza con Rusia para combatir al Estado Islámico, junto con alabar a Vladimir Putin en distintas ocasiones.

Lee también:
Donald Trump: “Putin ha sido un líder fuerte para Rusia, más fuerte que el nuestro”
Putin: Trump es “brillante, talentoso y el líder de la campaña presidencial” en EEUU

nota-COMPARATIV ISIS2

Economía y “devolver los trabajos”

La economía es otro punto de desencuentro entre los candidatos, Trump ha sido un gran crítico de la gestión de Barack Obama y entre sus ‘propuestas’ está el recuperar los empleos que se han ido a “China o México”.

Pese a que muchos economistas han dicho que las propuestas de Trump debilitarán a los mercados y podrían provocar una pequeña crisis, pues entre sus medidas ha dicho que revisará los tratados económicos firmados por Estados Unidos y que incluso modificará o terminará el acuerdo de libre comercio con México (Nafta, según sus siglas en inglés).

Otro enfoque económico de la campaña de Trump es implementar impuestos contra empresas estadounidenses que hayan trasladado sus zonas de producción al extranjero, pues según él con eso “recuperará los empleos”, aunque no ha entregado mayores detalles al respecto.

“Él va tratar de que aumenten los niveles de presencia de las empresas norteamericanas en Estados Unidos y hay que ver cómo lo hará, si será rebajando los salarios y/o los beneficios, la letra chica aún no ha sido detallada”, comenta Dammert.

Clinton por su parte se ha levantado como una continuadora del trabajo de Obama, quien logró reducir el empleo de un 10% al inicio de su mandato hasta menos de un 5% en 2016.

De igual modo, la candidata ha dicho que no hará grandes reducciones de impuestos -como ha sostenido su rival republicano- sino que eliminará vacíos legales que permiten la evasión del pago de tributos a todo nivel, desde operadores de Wall Street hasta grandes empresas.


Lee también:

-Trump propone a EEUU menos impuestos a empresas y normas para que arranque la economía
-Quién conviene más a la economía de Chile: ¿Trump o Clinton?

NOTA ECONOMIA COMPARATIVA4